¡Sorpresa! Tuve Cuatrillizos con Mi Desconocido Esposo romance Capítulo 258

"¿Ah? ¡¿Así que no has dormido en toda la noche?!"

Aspen frunció el ceño con preocupación. "¡Respóndeme con la verdad!"

El corazón de Carol latía con fuerza. Cuando había entrado y lo vio con los ojos cerrados y respirando tranquilo, pensó que estaba profundamente dormido. ¡No se imaginó que estaba fingiendo!

¡Qué astuto era!

"No te estoy seduciendo. Tampoco quiero matarte, yo... eso es, ¡estaba sonámbula! Sí, eso es, estaba sonámbula."

Aspen apretó su agarre, claramente sin creerle una palabra.

"¡Ay!" Carol sintió que su muñeca casi se quebraba bajo su presión.

Sentía dolor, miedo y una pizca de agravio, sus ojos se humedecieron al borde de las lágrimas.

"De verdad, no intentaba seducirte... más suave, me duele..."

Viendo sus ojos enrojecidos, Aspen suavizó su agarre, pero no la soltó del todo, advirtiéndola con frialdad,

"Entonces dame una explicación razonable, si no, no me culpes por ser despiadado. Quererte matar para mí sería como aplastar una hormiga."

El aliento de Carol se cortó y sus ojos reflejaron un miedo profundo.

Ella miraba a Aspen y él la miraba a ella.

En sus ojos, ella realmente vio intención asesina.

La respiración de Carol se aceleró. "Yo, yo... solo quería ver tu..."

"¿Ver qué?"

La palabra 'hombros' giraba en su boca, pero no se atrevió a decirlo. Finalmente, apretó los dientes y soltó,

"Vi que tienes un buen cuerpo, solo quería quitarte la camisa para ver mejor."

¡Qué palabras tan atrevidas!

Aspen la miró fijamente por un largo rato antes de responder, "...eso no es seducción, es acoso."

"Yo..." Carol intentó refutar, pero después de mirarlo a los ojos, se rindió.

Eres bonita y tienes buen cuerpo, aunque no muy lista, pero eso no es un defecto. Si quieres encontrar un hombre, afuera hay montones que te desearían.

Si buscas un hombre de calidad, puedo presentarte a alguien, pero si lo que quieres soy yo, te estás haciendo ilusiones."

Carol se ruborizó con sus palabras,

"¡No estoy buscando a ningún hombre! ¡Y menos a ti!"

"¿No me buscas? ¿Entonces por qué vienes a mi habitación en medio de la noche a acosarme, solo para jugar?"

"¡No es cierto! Yo..."

"No me importa lo que quieras, pero la gente debe mantener su dignidad. Aunque no te importe tu propia reputación, deberías pensar en el futuro de tus niños.

Si no quieres que les apunten con el dedo en la calle, aprende a respetarte y a saber lo que es la decencia."

Hablaba con calma, pero cada palabra golpeaba fuerte.

¡Lo que estaba diciendo era que ella no se respetaba a sí misma ni sabía lo que era la decencia!