¡Sorpresa! Tuve Cuatrillizos con Mi Desconocido Esposo romance Capítulo 299

Aspen la miraba fijamente, "¡Exacto!"

Carol estaba confundida,

"No tiene sentido, nunca he hablado de eso con él."

"…¿Crees que me voy a tragar tus cuentos?"

"Tú… pues piénsalo bien, con la personalidad de Miro, ¿crees que yo podría influir en él? Incluso si quisiera y se lo dijera, ¿me haría caso? ¿Podría realmente cambiarlo?"

Aspen frunció el ceño, las palabras de Carol tenían algo de lógica.

"Además, tú sabes que Miro adora a su mamá, ¿cómo podría abandonarla? ¿No habrás entendido mal? ¿No será que él quiere que yo sea como su madrina?"

"…" Si Miro solo quería que Carol fuera su madrina, no habría dicho que él debía ser su esposo.

Anoche, Miro estaba emocionado y salió de casa para buscar a Carol, llorando en sus brazos inconsolablemente…

Aspen pensó que era por su madre, que Miro se sentía mal por ella y por eso buscaba a Carol para desahogarse.

Pero ahora veía que no era así.

Tal vez desde anoche, Miro ya había decidido que Carol era su mamá.

Por eso estaba tan emocionado y ansioso por encontrar a Carol y llorar.

La mayor posibilidad de que Miro abandonara a su mamá por Carol era que Carol fuera su propia madre.

Pero él había hecho una prueba de ADN, ¡Carol y Miro no tenían relación de sangre!

¡No eran madre e hijo!

Entonces, ¿por qué Miro diría algo así de repente?

¡Tiene que haber una razón!

Aspen no podía pensar en otra explicación por el momento, aunque pensaba que lo que Carol había refutado tenía sentido, todavía creía que el problema era por ella.

Después de todo, ya sea que Miro la viera como su hijo o él como su esposo, la que más se beneficiaría sería ella.

"Te advertí cuando llegaste a cuidar a Miro, ¡no tengas ilusiones indebidas conmigo! Y no te metas con Miro y conmigo, en nuestros corazones ya hay alguien, tú…"

Carol lo agarró rápidamente, "Tranquilo, no pasa nada, no he perdido nada."

Pensando en lo que Aspen había dicho antes, Carol se sentó con Miro en el sofá del salón.

"Miro, tu papá dijo que querías ser mi hijo."

Al oír esto, el pequeño se puso nervioso de inmediato, miraba a Carol con cautela, moviendo sus labios sin atreverse a hacer ruido.

Carol le sonrió con dulzura y dijo,

"Me alegra mucho que pienses así, que quieras ser mi hijo muestra que te caigo bien, y yo también te quiero. Aunque no tengamos lazos de sangre, tenemos una conexión especial, si estás de acuerdo, de ahora en adelante seremos una familia."

Miro parpadeó con cautela,

"¿Puedo llamarte mami?"

"Claro que sí, si tú quieres."

Los ojos de Miro se llenaron de lágrimas y se lanzó en los brazos de Carol, "¡Mami!"