Miro se esforzaba por contener las lágrimas, no quería que su hermano mayor pensara que era un mocoso llorón.
“Yo, yo también estoy feliz de que somos hermanos y ahora somos una gran familia.”
Los ojos de Miro se enrojecieron y Laín, con mucho cariño, lo abrazó de nuevo para consolarlo.
“Lo siento mucho que hayas estado solo todo este tiempo, hermano. Pero tienes que creer en mamá, no le guardes rencor. Ella realmente no sabía de tu existencia, si no, jamás te habría dejado solo. Ella habría dado la vida por protegerte.
Nuestra mamá, aunque a veces no es la más lista y puede parecer un poco tonta, en realidad es una gran mujer.
Ella sufrió mucho para traernos al mundo y nos ama muchísimo. ¡Para ella somos lo más importante! Si hubiera sabido de ti, jamás te habría abandonado.”
Miro sollozó, “Lo sé, no le tengo rencor a mamá, la amo.”
“Tranquilo, yo me encargaré de investigar todo y averiguar quién fue el que te separó de mamá hace tantos años. ¡Les vamos a hacer pagar por todo este sufrimiento!”
“¡Sí!” Miro asintió y, frotándose la nariz, añadió, “Papá dijo que fui encontrado por Ayla Prieto en la puerta de la casa.”
“No fue ella, ya lo investigué hoy. Ayla no fue quien te apartó de mamá. De alguna manera, Ayla fue quien te salvó.”
“Si no fue Ayla, ¿quién podría ser? Ella se benefició más que nadie con esto.”
Por haberlo rescatado, ¡toda la familia Prieto ascendió a otra liga!
De ser una familia promedio, se convirtieron en una de las más poderosas, todo gracias a Ayla por haber salvado su vida.
Laín frunció ligeramente el ceño y dijo,
“Todavía tenemos que investigar más, pero seguro que Ayla no es la clave. Aunque no hubiera sido ella, alguien más te habría encontrado y te habría llevado con papá.
El verdadero plan de esta persona era entregarte a papá, no importaba quién te encontrara. Por eso, no debemos preocuparnos demasiado por Ayla.”
Miro puso cara seria,
“¿Quieres decir que alguien está manipulando todo desde las sombras?”


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