¡Sorpresa! Tuve Cuatrillizos con Mi Desconocido Esposo romance Capítulo 345

Carol se sentía nerviosa al mencionar a la mamá de Miro en su presencia, temiendo que Miro también se entristeciera.

Sin embargo, Miro la miró con una mirada llena de significado y dijo,

"Quizás esté extrañando a mi mamá."

"…Eh."

Miro le preguntó, "Si tú fueras mi mamá, ¿lo perdonarías?"

Carol nunca había pensado en esa pregunta; ¡de hecho, nunca había pensado en perdonarlo!

Pero no podía decirle eso a Miro. Miro siempre había esperado que su papá y su mamá estuvieran juntos; si decía que no lo perdonaría, Miro definitivamente se pondría triste.

Ella explicó, "Cada quien ve las cosas desde un punto de vista diferente, y piensa de manera distinta, así que no puedo responder por tu mamá."

Miro insistió, "Quiero saber qué piensas tú, no tienes que ponerte en el lugar de mi mamá, solo piensa por ti."

Carol dudó un momento,

"Miro, ¿tú sabes lo que tu papá le hizo a tu mamá?"

"Sí."

"Entonces, si fuera yo, definitivamente estaría enojada, no querría ni hablarle, pero…

Todo está lleno de incertidumbre, nadie sabe qué pasará en el futuro; tal vez, después de un esfuerzo por parte de tu papá, logre conmover a tu mamá, y entonces, con el corazón ablandado, ella lo perdonaría."

Al principio, Miro estaba nervioso, luego se emocionó y, feliz, ¡le dio una patada a su propio papá!

No podía decirle a Carol lo que realmente pensaba, así que solo le hacía señas secretas a su papá.

¿Lo escuchaste? ¡Mejor ponte las pilas, conquista a mamá!

¡Todavía hay esperanza!

Se olvidó completamente de que su papá aún estaba vomitando. Al ver que su papá no reaccionaba, ¡le dio otras dos patadas secretas!

Justo cuando Aspen empezaba a recuperarse, su hijo le dio tres patadas, haciéndolo vomitar de nuevo.

Viendo eso, Carol dejó de hablar con Miro y comenzó a darle palmadas en la espalda a Aspen con fuerza.

"Después de acomodar todo aquí, iré a dormir al estudio, no te preocupes por nosotros. Haz caso, ve a dormir."

Miro dudó un momento, pero finalmente asintió y regresó a su habitación.

Se preocupaba por su papá y tenía compasión por su mamá, pero quería darles su espacio.

Después de que Miro se fue, Carol se volvió hacia la persona que dormía profundamente en la cama.

Se llenó de furia y resentimiento.

Con la toalla húmeda en mano, murmuró,

"¡Debo haberte debido algo en mi vida pasada! Después de que me has maltratado tanto hace seis años, aún tengo que cuidarte. Si no fuera por Miro, te hubiera dejado afuera para que te congelaras. ¡A ver cómo sigues siendo tan bravucón! ¡Hmph!"

Murmullos llenos de indignación, pero cuando se inclinó para limpiarle la cara, sus movimientos eran suaves.

Era el vivo ejemplo de "boca de cuchillo, corazón de algodón".

Sin embargo, justo cuando la toalla rozaba su rostro, su muñeca fue agarrada de repente...