"Mamá, ven aquí."
Laín, con su mascarilla puesta, tomó de la mano a Carol y la llevó de vuelta a la casa.
Aspen también quería entrar, pero Laín lo detuvo, "¡Espera aquí afuera!"
Aspen "…"
Laín dejó a Aspen afuera y llevó a Carol adentro.
La llevó al estudio, primero la hizo tomar un poco de agua para que se calmara y luego le dio una pastilla para el corazón.
Carol, confundida, dijo, "Pero si yo no estoy enferma, ¿Laín?"
"Primero tómate esto, mamá, y luego charlamos."
Laín sabía muy bien el temple de su mamá, ¡no se atrevía a decirle la verdad sin antes darle la pastilla para el corazón!
Aunque Carol estaba confundida, hizo caso a su hijo, tomó la medicina y la ingirió.
"¿Qué quieres hablar con mamá?"
Solo entonces Laín se atrevió a hablar,
"Mamá, ya me enteré de lo que pasó en el pasado. Sé por qué hoy querías irte de repente y también sé que el de afuera es mi papá."
Carol saltó sorprendida, con los ojos muy abiertos,
"¿Quién, quién te lo dijo?!"
Laín, con dulzura, la hizo sentar de nuevo y mintió,
"Fue un accidente, escuché cuando estabas hablando con mi madrina sobre el pasado, y así me enteré."
Carol estaba muy nerviosa,
"Lo siento, Laín, yo... te mentí, el papá de ustedes en efecto no está muerto, él... él..."
"No importa, mamá, no hiciste nada malo." Laín la interrumpió y continuó, "Solo compartimos la sangre con él, no nos cae bien, solo nos importas tú, mamá."
Al oírlo, Carol se sintió mucho más tranquila y preguntó con cautela,
"¿Qué más sabes?"
Laín eligió sus palabras cuidadosamente,
"También sé que hace seis años, en el aeropuerto, él te acosó sin querer, después te humillaron mucho, y luego te fuiste al campo, viviendo un tiempo muy duro embarazada de nosotros."


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