¡Sorpresa! Tuve Cuatrillizos con Mi Desconocido Esposo romance Capítulo 380

Aspen se fue al final del pasillo a fumar, y Orion lo acompañó.

Apenas llegaron al punto de fumar, Orion preguntó, "¿Carol te pegó?"

Aspen puso cara de pocos amigos, y Orion soltó una risa, "Se te ve la marca de la cachetada en la cara, hasta duele verlo."

"Si ella me pega, yo me lo aguanto. ¿Qué te importa eso a ti?"

"¡Vaya, vaya! ¡Te pegan y encima te enorgulleces! No puedo competir contigo, a mí nadie me pega."

Después de burlarse un poco, Orion le preguntó, "¿Estás seguro de que Carol es la madre de Miro?"

"¡Sí!"

"Pero Nathan dijo que los resultados de la prueba de paternidad aún no están, ¿no?"

Aspen frunció el ceño, "¡Mi instinto no falla!"

Orion suspiró,

"¡Mejor que no te equivoques! ¿No crees que deberías agradecerme? Si no fuera por mi plan de dejarte borracho en casa de Carol, ¿habrías tenido todas estas aventuras? ¿La habrías encontrado? ¡No lo creo!"

Aspen se giró para mirarlo, "Debería darte las gracias, te invitaré a una cena."

Orion entrecerró los ojos, "¿Una cena? ¿De quién?"

"En tu nombre."

"¡Caray! ¡Si tuviera la oportunidad de celebrar mi propia cena, sería increíble!"

Aspen sacudió las cenizas de su cigarrillo, "Primero la cena, luego el entierro. ¡Yo me encargo!"

"Je, eres un buen tipo, gracias y no hace falta."

Aspen lo ignoró y Orion mordió su labio,

"Vamos, ¿qué es esto? Solo te dejé borracho con una chica y ahora me lo reprochas. ¡Carol te pegó y ni te molesta!"

"¿Cómo vas a compararte con ella? Si ella me pega, me preocupo de que le duela la mano."

"¿Y si yo te pego?"

"¡Te rompo la mano!"

Orion: "…Está bien, ¡tú ganas!"

Orion suspiró, esperando que esta vez no se hubiera equivocado. El mundo de su mejor amigo estaba lleno de heridas, ya era hora de que alguien las sanara.

...

Aspen volvió a la habitación del hospital, pero no se atrevió a interrumpir a Carol. En cambio, se quedó de pie frente a la ventana, mirándola con amor.

Solo cuando llegó la hora del almuerzo, entró y le recordó a Carol,

"Es hora de comer."

En ese momento, Carol ya se había calmado. Levantó la vista hacia Aspen, con el ceño fruncido.

Al confirmar que Miro era su hijo, había tomado una decisión audaz.

Iba a arrebatarle a Miro y llevarse al niño lejos de Puerto Rafe.

Aunque era un pensamiento egoísta, estaba decidida a seguir adelante.

Emocionalmente, ahora que sabía que Miro era su hijo, no podía dejarlo atrás y huir. Tenía que llevarlo consigo.

Racionalmente, era experta en psicología infantil y medicina. Miro estaría más seguro con ella.