¡Sorpresa! Tuve Cuatrillizos con Mi Desconocido Esposo romance Capítulo 386

Miro estaba súper emocionado y abrazó fuerte a Carol, "Gracias, mamá."

Carol, con cariño, le revolvió el pelo, "Ay, mi niño, si tú eres el tesoro de mamá, no tienes que darme las gracias."

"Rugido..."

El estómago de Miro rugió.

Carol se rio, "¿Tienes hambre?"

Miro, un poco avergonzado, asintió, "Un poco."

"Voy a ver qué hay en la nevera, mamá te prepara algo."

"¡Vale!"

Miro estaba en una habitación de lujo, con cocina, estudio, baño y todo lo que necesitara.

Carol se levantó para preparar algo de comer a Miro, quien aprovechó para pensar en el asunto de la prueba de paternidad.

Miró su teléfono y vio montones de mensajes y llamadas perdidas de Laín, Ledo y Luca.

Echó un vistazo hacia la cocina y llamó a Laín.

Laín contestó al instante, "¿Miro, ya despertaste?"

"Sí, no se preocupen por mí, ya estoy bien."

"Qué bueno, ¿ya viste los mensajes que te enviamos?"

"Sí, pero ya hablé con mamá y ella accedió a quedarse por ahora. Va a intentar llevarse bien con papá por un tiempo, y si realmente no surge nada entre ellos, se irá."

"¿Mamá está de acuerdo con esto?"

"Sí. Si mamá no quisiera, jamás la forzaría. Ahora está de buen humor, hasta está en la cocina preparándome algo de comer."

"Menos mal, si mamá está feliz, nosotros también."

"Pero mamá dijo que, mientras intenta llevarse bien con papá, no quiere que él sepa quién es ella. Así que tenemos que ver cómo manejamos lo de la prueba de paternidad."

"No te preocupes por eso, anoche Ledo y yo ya lo arreglamos."

Laín le contó rápidamente lo que pasó la noche anterior, y Miro se sintió conmovido.

"Gracias por todo lo que hacen por mí."

"Entre hermanos no hay que dar las gracias, lo hacemos por ti, por mamá y por nuestra familia."

"¡Sí!"

Aspen continuó, "Si eres tú, eres tú. No cambiará nada. Si admites la verdad, no haré nada. No hice la prueba de paternidad para asustarte."

Carol frunció el ceño, ¿temía a los informes?

¡Lo que temía era el resultado!

¡Temía que el resultado la expusiera!

¡Temía que tras ser expuesta, él la retuviera a la fuerza, convirtiéndola en su mascota enjaulada!

¡Temía que su vida se volviera triste, afectando el crecimiento saludable de los niños!

¡Temía no volver a tener una vida feliz, y que los niños nunca volvieran a sonreír!

"Carol, no quiero presionarte, yo..."

"¡Ábrelo!" Carol lo interrumpió, sin darle tiempo a explicarse.

¡No cedería hasta el final!

Aspen, viéndola tan obstinada, sintió un toque de irritación.

Con lo suave que parecía, ¿cómo podía ser tan terca?