¡Sorpresa! Tuve Cuatrillizos con Mi Desconocido Esposo romance Capítulo 426

En la carretera, Laín le mandó un mensaje a Miro:

"Yo, Ledo y Luca estamos llevando a la madrina a casa, tardaremos como media hora en llegar. Trata de hacer tiempo para que mamá llegue después que nosotros. Cualquier otro tema, lo hablamos en persona."

Miro, que aún estaba en el carro, recibió las instrucciones de Laín y pensó un momento antes de decir:

"Necesito ir al baño."

"..."

Mientras Miro estaba en el baño, Carol aprovechó para llamar a Tania.

Sin embargo, quien contestó fue Laín. "Mamita."

Carol estaba sorprendida, "Laín, ¿por qué contestas tú? ¿Dónde está tu madrina?"

Laín respondió tranquilo, "La madrina se quedó dormida."

Carol estaba aún más sorprendida, "¿No que Tania iba a llevarlos a casa? ¿Cómo es que se quedó dormida?"

"Mi madrina ha estado resfriada estos días y la medicina que toma la hace dormir."

Carol sabía que Tania estaba enferma, de hecho, había pedido el día libre en el trabajo debido a su enfermedad, y solo había ido a la escuela apresuradamente por algo que había pasado con Ayla.

Normalmente, la gente se siente somnolienta después de tomar medicamento para el resfriado.

Carol no pensó mucho más en ello y preguntó, "¿Y dónde están ahora?"

"Estamos de camino a casa, la madrina vino a buscarnos."

"Si Tania está dormida, ¿cómo van a volver?"

"Pedimos un conductor sustituto."

"…Ah, bueno, cuando lleguen a casa no salgan, mamá llegará en un momento."

Dado que Laín estaba con un conductor, Carol no quiso preguntar más sobre Ayla, prefería hablar de eso en persona.

Después de darle algunas instrucciones a Laín, colgó el teléfono.

De regreso en el carro, Carol le dijo a Abel:

"Ya no vamos al jardín de niños, vamos directo a Barrio Al Futuro, mi amiga ya llevó a los niños a casa."

"Está bien."

Como Miro se demoró en el baño, llegaron a Barrio Al Futuro una hora más tarde.

Apenas el carro se estacionó, Carol le dijo a Ape:

"Espera aquí en el auto, Miro y yo subiremos a ver qué pasa."

"¡Tú…!"

"¡Mamá!"

Carol estaba a punto de decir algo más cuando de repente escuchó la voz de su hijo. Se giró y vio a los tres pequeños corriendo hacia ella con alegría.

El corazón de Carol se disparó hasta la garganta.

Se quedó parada, helada, casi asustada de perder el alma.

Afortunadamente, cuando los niños se acercaron, se dio cuenta de que Laín y Ledo estaban disfrazados, ahora se veían igual que Luca, sin parecerse en nada a Miro ni a Aspen.

Carol tragó saliva en silencio, "¿Por qué bajaron?"

"Vinimos a buscar a mamá y a Miro."

Laín saludó naturalmente a Aspen y Abel, "Sr. Bello, hola Abel."

Aspen observó a Laín pensativamente.

Abel respondió con una sonrisa, "Hola chicos."

Laín sonrió y le dijo a Miro, "Vamos a jugar arriba."

Miro, que ya estaba al tanto de las habilidades de Luca, no se sorprendió al ver a Laín y Ledo disfrazados en ese momento.