¡Sorpresa! Tuve Cuatrillizos con Mi Desconocido Esposo romance Capítulo 445

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Aspen entrecerró los ojos con una expresión indiferente y dijo, "Es solo un intercambio justo."

Laín lo miró con incredulidad, "¿Qué tiene de justo eso?"

Aspen respondió con calma, "También puedes elegir no aceptar, la decisión está en tus manos."

Al escuchar esto, a Laín casi te de un patatús de la rabia, sus mejillas se inflaron como las de un pez globo, "Dices que puedo rechazar ¿Puedo? ¿Realmente puedo rechazar? ¿Tengo alguna opción?"

¡Este padre de pacotilla que quiere hacer un trato con él ahora amenazaba con contar todos los secretos de sus hermanos a su mamá si no aceptaba!

Dios mío, eso era como tomarlo del cuello.

No quería ni pensar en lo que pasaría si su inocente mamá se enterara. ¿Qué pasaría si se enterara de que él era tan bueno ganando dinero que tenía miles de millones solo en efectivo en el banco?

¿O si supiera que Ledo no solo sabía pelear sino que también manejaba explosivos y todo tipo de armas de alta tecnología?

¿Y qué tal si descubría que habían expuesto a Ayla en internet e incluso la habían "secuestrado"?

¡Ni pensarlo! Solo de imaginar la cadena de eventos que podrían suceder después de que su mamá se enterara, le daba escalofríos.

Otros pueden ser que no entiendan. Era un orgullo que los hermanos fueran tan capaces, ¿por qué no podían dejar que su mamá lo supiera?

¡Solo ellos sabían el porqué!

Su mamá era de nervios débiles, el tipo de persona que podía asustarse por meses con una sola película de terror, además de ser muy sensible y propensa a preocuparse por todo hasta el punto de no poder dormir toda la noche.

¡Cuando ganó su primer dinero serio, cien mil pesos, casi se desmaya!

Después de eso, ella estuvo ansiosa durante mucho tiempo, pensando que era una nueva táctica de los secuestradores y que su hijo estaba en su mira.

Habían tenido que hacer mucho para calmar sus temores y asegurarle que todo estaba bien.

Por eso, a lo largo de los años, habían optado por mantenerla en la oscuridad sobre sus verdaderas habilidades.

Preferían que su mamá viviera sus días feliz y tranquilamente en lugar de presumir de sus habilidades.

Aspen miró a Laín, quien en ese momento parecía más un niño de cinco años.

Cuando no estaba enojado, el chico parecía demasiado calmado y maduro para su edad.