¡Sorpresa! Tuve Cuatrillizos con Mi Desconocido Esposo romance Capítulo 464

"¡Claro que sí! La familia Prieto se hará completamente responsable cualquier problema que tengan estos tres niños en el futuro. Tan pronto como averigüe más, iré a buscarte."

"Mmm."

Aspen se levantó satisfecho al ver a Luca encogido de miedo, y rápidamente lo acogió en sus brazos.

"Laín, Ledo, vámonos."

Los dos pequeños obedecieron de inmediato y se levantaron para seguirlo.

No habían caminado mucho cuando detrás de ellos resonó el rugido furioso de Eden,

"¡Idiotas! ¿Están tratando de arruinar completamente a toda la familia? ¡Qué desgracia para nuestro hogar! ¿Cómo pude casarme con esta mujer despreciable y tener una hija tan maliciosa y estúpida? ¡Están tratando de matarme de rabia!"

"..."

"Quien siembra vientos, recoge tempestades." Laín dijo fríamente.

Si Eden no hubiera andado buscando amantes por ahí, permitiendo que una de ellas tomara posición, quizás no estarían en esta situación.

¿Desgracia para el hogar?

¡El problema era él mismo, un completo desastre!

En ese momento, Ledo estaba inusualmente dócil y, sin quejarse, volvió a preguntar cautelosamente,

"¿Seguro que lo de hoy no llegará a oídos de mami?"

"No." Aspen y Laín respondieron al unísono.

El mayor y el menor se miraron por un segundo antes de que Laín apartara la mirada.

Ledo suspiró, "Mejor así, me da miedo que mami se entere y se ponga a llorar."

Luca, todavía en brazos de Aspen, abrazó el cuello de Aspen y no pudo evitar preguntar,

"Todos los empleados dicen que esa mala mujer nos quiere hacer daño, ¿por qué no dejamos que el policía la arreste?"

Laín explicó, "Son palabras sin pruebas, solo sus acusaciones contra Ayla no son suficientes, sin evidencia no podemos condenarla."

"Qué pena, esa mala mujer hizo cosas malas y aún así no ha sido castigada."

No podían dejar que Carol supiera lo que había pasado hoy.

Tampoco podía dejar que supiera que había estado en contacto con sus hijos a escondidas, porque con su temperamento, seguro que le haría una escena.

¡No es que le temiera a su enojo!

¡Es que ella le resultaba fastidiosa!

Los cuatro se separaron fuera de la villa de la familia Prieto, los tres pequeños regresaron a Barrio Al Futuro y Aspen volvió a su empresa.

Cuando se alejaron, un hombre vestido de negro y con una gorra de béisbol apareció en una esquina.

Observó la dirección en la que se había ido Aspen y la de los niños, con una mirada fría y descontenta.

Parece que no soportaba ver esa escena de amor paterno.

Sacó su teléfono celular, envió un mensaje y luego una sombra oscura y fría cruzó por el rabillo de su ojo.

"¿Amor paterno, eh? Jejeje..."