Aspen entrecerró los ojos y dijo: "Solo un asunto personal, ¿sabes quién es?"
"¡No tengo idea!"
Carol realmente no sabía quién era esa persona misteriosa, solo sabía que ese tipo estaba loco, siempre incitándola a matar a Ape.
Si no fuera porque ese misterioso sabía su secreto, definitivamente le habría contado sobre cómo intentaba usarla para matarlo, para que estuviera alerta.
Ella definitivamente no lo mataría, ¡aunque todos sus secretos salieran a la luz, nunca mataría a nadie!
¡No permitiría que sus hijos tuvieran una madre asesina!
Pero, ¿y si la persona misteriosa buscaba a alguien más para hacerlo?
Aunque no le caía bien, al fin y al cabo era el padre de sus hijos, y no quería que le pasara nada.
Y si algo realmente le pasara, ¡cuánto sufriría Miro!
¡No quería ver a Miro sufrir!
Carol no quería hablar sobre ese tema, su mente estaba un caos.
Pero aún ansiosa, decidió preguntarle, "¿Tienes muchos enemigos?"
"¿Eh?"
Carol no se atrevía a mirarlo a los ojos, temiendo que él notara algo raro, y bajó la vista fingiendo limpiar unas conchas.
"Antes eras bastante rico, supongo que no te faltan enemigos."
Aspen la miró sospechosamente, "...sí, no me faltan."
"Entonces... ¡debes tener cuidado! Para evitar que alguien te apuñale por la espalda."
Luego agregó,
"También debes tener cuidado con las personas cercanas a ti, en caso de que alguien encuentre algo para chantajear a tus conocidos y usen eso para lastimarte. ¡Ese tipo de daño es difícil de prevenir!"
Aspen no era tonto, inmediatamente entendió la insinuación en sus palabras.
"¿Él quiere usarte para matarme?"
El corazón de Carol dio un vuelco, "¡!"
Aspen preguntó de nuevo, "¿Qué tiene él que pueda usar para chantajearte?"
"Yo... no sé de qué estás hablando, ¡no tengo nada que nadie pueda usar para chantajearme!"

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