¡Sorpresa! Tuve Cuatrillizos con Mi Desconocido Esposo romance Capítulo 483

Ahí estaban, los cuatro pequeños ya se habían lavado las manos y estaban listos en la mesa, pero Aspen aún no salía del estudio.

Carol fue a buscarlo.

Después de todo, era el anfitrión y había estado ocupado durante tanto tiempo, no sería correcto empezar a comer sin llamarlo.

Al abrir la puerta del estudio, el olor a cigarrillo la golpeó de lleno, haciéndola toser en el acto.

Carol frunció el ceño, molesta por el humo, temiendo que se esparciera. Entró al estudio y cerró la puerta detrás de ella.

Mientras caminaba hacia la ventana, murmuraba,

"¿No sabes que fumar es malo para la salud? Con esa adicción al tabaco, tarde o temprano te traerá problemas."

Abrió la ventana para ventilar, mientras Aspen, absorto en sus pensamientos sobre Tania y la persona misteriosa, no le prestaba atención.

Carol se acercó a él y golpeó el escritorio,

"¿En qué estás pensando? ¡Deja de fumar ya! ¡Es hora de comer!"

Aspen levantó la vista y la llamó, "Carol."

Ella parpadeó, "¿Sí? ¿Qué pasa?"

Aspen la miró, queriendo preguntarle si había notado algo extraño en Tania últimamente.

Pero al pensar en su falta de perspicacia, sumado a lo enigmático de la persona misteriosa, supuso que ella no habría notado nada.

Después de mirarla un momento, Aspen apretó los labios, apagó el cigarrillo en el cenicero y se levantó para salir del estudio.

Carol estaba confundida, ¿qué estaba pasando?

"¡Eh! ¿Qué significa esa mirada de desprecio?"

Aspen respondió sin cortesía, "Parece que tu cerebro solo sirve para que te veas más alta."

Después de decir eso, salió del estudio.

Carol tardó un momento en darse cuenta, ¿la estaba insultando diciendo que solo usaba su cerebro para verse más alta?

¡Qué hombre tan desagradable! ¿Buscando pelea, eh?

Carol salió del estudio, furiosa, para encontrarse con las caritas radiantes de los cuatro pequeños,

"Mami, ven rápido, solo faltas tú."

Aspen ya estaba sentado, y los niños lo llamaban con entusiasmo.

Carol no quería empezar una discusión delante de los niños, así que le lanzó una mirada fulminante a Aspen y se acercó sonriendo a los pequeños.

En el pequeño comedor, la familia de seis se reunía alrededor de la mesa.

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