¡Sorpresa! Tuve Cuatrillizos con Mi Desconocido Esposo romance Capítulo 488

Laín fue corriendo al estudio a buscar a Aspen,

"Mira, estos días mi madrina siempre sale primero con la basura, después se va a la casa de la abuelita, se queda ahí como veinte minutos y cuando sale ya tiene dos bolsas de basura.

O sea, mi madrina ha estado ayudando a la abuelita a tirar la basura, y esos gatos muertos vienen de la casa de la abuelita. Pero aún no podemos estar seguros si mi madrina sabe de los gatos muertos o no."

Aspen frunció el ceño,

"Al menos podemos estar seguros de que el problema viene de esa casa, ¡el que estamos buscando debe estar viviendo ahí!"

Al oír eso, padre e hijo se tensaron, invadidos por un escalofrío.

¿El misterioso estaba viviendo justo enfrente?

Laín pensaba en la seguridad de Carol y Luca.

Aspen pensaba en la seguridad de Miro.

"¡Tenemos que sacarlo a la luz!" Dijeron al unísono.

Padre e hijo se miraron, compartiendo una expresión decidida.

Ahora, este misterioso era como una espina clavada en sus corazones.

¡Mientras no lo sacaran, no tendrían paz ni dejarían de temer!

Laín preguntó, "¿Tienes algún plan?"

Aspen no le ocultó nada, "Voy a aprovechar la noche para ir a ver qué encuentro."

"¿Piensas ir esta noche?"

"¡Sí!"

"¿Qué tienes pensado?"

"¿Eh?"

Laín confundido, "Si vas a buscarlo, ¿no deberías tener un plan?"

Aspen respondió, "No hace falta, allá veré cómo actúo."

Laín frunció el ceño, "Es misterioso y se mueve bien, si realmente está allí, puede ser peligroso."

Aspen no mostró preocupación, "No importa, si logra herirme, será porque es bastante hábil."

Aspen entrecerró los ojos, "¿Te preocupa que me lastime?"

"Lastimarse no es bueno, obviamente si se puede evitar, mejor."

"¿Te preocupa por mí?"

Laín movió los labios, sin saber qué responder, "…"

Aspen entendió, sintiendo su corazón suavizarse, preguntó en tono suave,

"¿No era que no te caía bien? ¿Por qué te preocupas por mí?"

Laín frunció más el ceño, como si preocuparse por él fuera algo de lo que avergonzarse, dijo molesto,

"¡No me preocupo por ti! ¡Me preocupa que haya una emboscada allí!"

Aspen sonrió, preocuparse por una emboscada ¿no era lo mismo que preocuparse por él?

En ese momento, Aspen sintió un calor en el corazón, y con un tono afectuoso, revolvió el cabello de Laín diciendo,

"Qué envidia de tu padre, ojalá fueras mi hijo."