¡Sorpresa! Tuve Cuatrillizos con Mi Desconocido Esposo romance Capítulo 563

Los tres peques se quedaron mirándolo un buen rato, hasta que Laín dijo:

"No hay necesidad, podemos dormir solos, tú solo preocúpate por cuidar bien a mami."

En cuanto entraron al cuarto, Laín le dijo a Ledo:

"Dale un punto más, el hecho de que dejara de lado algo tan importante para quedarse a cuidar de mami me ha conmovido."

Ledo asintió de inmediato, "¡Claro!"

Antes de dormir, Laín pidió a Luca que les retocara el maquillaje a él y a Ledo.

Por suerte, Luca era un as en esto, todos los productos de maquillaje habían sido manipulados por él; de lo contrario, después de tantas lágrimas derramadas hoy, el maquillaje se habría corrido y Aspen y los Bello se habrían dado cuenta.

Fuera del cuarto, Aspen se apoyaba en la ventana hablando por teléfono con Abel.

Su mirada permanecía fija en Carol.

Le dijo a Abel que por ahora no regresaría a la casa antigua, preguntó por el progreso de la investigación y organizó algunas cosas.

Después de colgar, fue a ver a los tres peques.

Viendo que ya estaban dormidos, con cuidado les arropó, ajustó las esquinas de las mantas, apagó la luz y salió.

El cuarto del hospital estaba en silencio.

Se sentó frente a la cama de Carol, vigilándola en silencio.

Hoy Miro había enfrentado la posibilidad de la muerte, y él había vivido ese terror junto a él.

Si hoy Miro hubiera muerto, él también lo habría hecho.

Así que hoy, Carol no sólo salvó a Miro, también lo salvó a él.

Se sentía agradecido, conmovido y también le dolía verla así. Era por culpa de él y Miro que ella estaba tan agotada.

Aspen la miraba con ternura, sin darse cuenta levantó la mano, apartando el cabello que caía sobre su cara, acomodándolo detrás de su oreja.

Sus dedos rozaron suavemente su mejilla, y su corazón dio un brinco.

Como si hubiera recibido una descarga eléctrica, retiró rápidamente la mano, pero al siguiente segundo, no pudo resistir y la tocó de nuevo.

La piel de Carol era suave y lisa, un tacto tan agradable que lo hacía querer quedarse ahí para siempre.

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