¡Sorpresa! Tuve Cuatrillizos con Mi Desconocido Esposo romance Capítulo 60

"Miro sigue sin despertar, ¿verdad?"

Aspen no le respondió, simplemente asintió con la cabeza.

Carol le preguntó de nuevo, "¿El Dr. Nathan ya lo revisó?"

Aspen, molesto, soltó, "¿Para qué viniste realmente?"

Carol frunció los labios y fue directo al grano,

"¿Tienes un abuelo, o algún pariente mayor? No se parecen mucho, pero hay algo en su mirada que se parece a ti. Es un señor alto, delgado, parece de unos setenta años."

Aspen sabía que hablaba de Paulo y la miró con el ceño fruncido.

Carol continuó, "Hoy vino a buscarme, pero como no lo conozco, quería preguntarte."

Una sombra cruzó la mirada de Aspen,

"¿Y por qué vienes a mí con eso?"

"Porque mencionó tu nombre y el de Miro, y parecen ser familia tuya."

Aspen no esperaba que ella mencionara su encuentro con Paulo, y la miró intensamente unos segundos antes de hablar,

"¿No lo conoces?"

"No, no lo conozco."

Aspen se quedó en silencio.

Carol, fastidiada por su expresión incrédula, le dijo,

"No tengo nada que ver con él, si lo conociera, ¿por qué te lo ocultaría?"

"Él es mi abuelo."

"Ah, ¿tienes alguna prueba?"

Aspen pareció confundido.

Carol se apresuró a explicarle,

"Es que me dio una cantidad de dinero, y quiero que tú se la devuelvas por mí. Por eso necesito que pruebes de alguna manera tu relación con él."

¿Paulo le había dado dinero?

Aspen la observó por unos segundos más y luego apartó la vista, "No tengo pruebas."

"Solo muéstrame una foto de ustedes juntos."

Antes de que pudiera entender qué pasaba, Aspen le preguntó con frialdad,

"¿Por qué te dio el dinero?"

Carol no tenía ni idea de cómo explicárselo,

"Me dijo algo raro, que quería hacer un trato conmigo, que me pagaría el doble de lo que tú me dieras. No lo entendí muy bien, mejor ve y pregúntale tú."

Luego miró a Miro, que estaba acostado en la cama, y se acercó.

Aspen, alerta, exclamó, "¿Qué vas a hacer?"

Carol se sobresaltó con su tono de voz agresivo y le dijo con timidez,

"Solo quiero tomarle el pulso."

Con el rostro tenso, Aspen la miró con hostilidad.

Carol lo maldijo por lo bajo. ¿Qué se cree? Si no fuera porque me preocupa el niño, ni me molestaría en tomarle el pulso a su hijo.

¡Mordiendo la mano que te ayuda!

A pesar de todo, Carol se concentró y le tomó el pulso a Miro con seriedad.