¡Sorpresa! Tuve Cuatrillizos con Mi Desconocido Esposo romance Capítulo 679

No sabía cuánto tiempo pasó, cuando afuera se oyó un ruido, Aspen se apresuró a salir, justo cuando Carol estaba llegando a la puerta del dormitorio.

Ella tenía el cabello mojado y suelto, y vestía una de sus camisas, que cubría hasta la mitad de sus muslos, dejando el resto al descubierto.

Aunque no era muy alta, su figura era llamativa, con piernas largas y rectas que eran un deleite para la vista.

En ese momento, lucía especialmente tentadora.

Eso era la quintaesencia de la seducción en camisa.

Aspen sintió la garganta seca, tragando saliva involuntariamente, pero antes de que pudiera decir algo, Carol ya había corrido hacia el dormitorio.

Sabiendo que estaba avergonzada, Aspen fue al baño por un secador de pelo, tocó la puerta antes de decir,

"Voy a entrar para secarte el cabello."

Al abrir la puerta, como era de esperarse, Carol ya se había cubierto las piernas con la sábana y estaba sentada en la cama secándose el cabello,

"Déjalo ahí, yo misma lo haré después."

Aspen no respondió, pero con una mirada ardiente le echó un par de vistazos más, contemplando cómo se veía con su camisa. Su mente divagaba en otras cosas...

Hizo otro gesto de tragar saliva, se acercó a la cama con el secador en mano, y comenzó a secarle el cabello.

Carol intentó detenerlo, movió los labios pero luego desistió, sabiendo que no podía detenerlo.

Mientras secaba su cabello, ninguno de los dos habló, y el aire se llenó de un silencio y una tensión palpables.

Afortunadamente, Aspen no hizo nada más; después de terminar, le recomendó que descansara y le recordó no preocuparse por el asunto de los niños antes de salir con el secador.

Carol se quedó acostada en la cama, pensativa.

Aunque ambos ya habían expresado sus sentimientos, él aún se comportaba con demasiada calma, ni siquiera había sugerido tener una conversación seria o iniciar una relación.

Probablemente todo se debía a la madre de Miro.

Ay...

Pero ella no quería arriesgarse con el asunto de los niños, ¡no podía correr ningún riesgo!

Después de todo, le había dicho que la mamá de Miro no volvería ni afectaría su relación, así que le daría tiempo para pensar.

Carol bostezó varias veces, y mientras pensaba en eso, se quedó dormida.

No había pasado mucho tiempo cuando Aspen volvió a entrar en la habitación.

Acababa de ducharse y se había puesto ropa limpia; se quedó un rato mirando a Carol antes de tocar suavemente su mejilla y luego salir de la habitación.

Él mismo guardó una muestra,

"Voy a hacer la prueba ahora mismo, pero los resultados no estarán hasta mañana por la mañana. ¿Vas a esperar aquí o en casa?"

"Voy contigo."

"¿Eh?"

Aspen simplemente dijo, "Quiero ver cómo lo haces."

Nathan: "…"

La luz del laboratorio estuvo encendida toda la noche, con Aspen pasándola entera allí, sin moverse.

No fue al baño, ni salió a fumar, solo se quedó mirando a Nathan trabajar.

Parecía calmado, pero por dentro estaba inquieto.

Esperaba los resultados, deseando obtener el que quería.

¡Esa noche fue más angustiante para él que cualquier otra!