¡Sorpresa! Tuve Cuatrillizos con Mi Desconocido Esposo romance Capítulo 723

El corazón de Aspen latía con fuerza, "Oh, bien."

Rápidamente siguió a Carol hacia la habitación de Laín.

Había una pequeña mesa en la habitación, Carol sacó la cena y la preparó, invitándolo, "Ven a comer."

Aspen, sintiéndose halagado, se comportaba como un niño que había cometido un error, observando cautelosamente la expresión de Carol y acercándose con cuidado.

Su cautela capturó la atención de Carol, quien sintió pena por él.

Quería decir algo para consolarlo, pero no sabía cómo, así que optó por el silencio.

Le pasó silenciosamente los cubiertos, y Aspen rápidamente extendió la mano para tomarlos.

Ella no hablaba, y él ni siquiera se atrevía a respirar fuerte.

Después de cenar, Aspen se apresuró a limpiar la mesa, y Carol no intentó detenerlo.

Ella fue al baño y, al regresar, comenzó a hacer la cama.

Era una cama individual de 1.2 metros que Aspen había comprado ese mismo día, y toda la ropa de cama también era nueva.

Aspen, después de limpiar la mesa, se quedó de pie a cierta distancia, observándola en silencio, sin atreverse a hablar.

Carol terminó de hacer la cama y luego fue a revisar a Laín, apagó la luz principal, dejando solo una luz nocturna.

Ella miró a Aspen y dijo, "A dormir."

Luego, se dirigió hacia la cama que acababa de preparar.

Aspen no entendía a qué se refería y se quedó paralizado en su lugar.

Carol llegó al borde de la cama, y al ver que él no se movía, dijo de nuevo, "Ven, un abrazo."

El corazón de Aspen dio un vuelco, y sus ojos se calentaron.

¡Carol no tenía idea del poder que tenía ese "abrazo"!

Desde el accidente de Laín, su corazón había estado apretado, estaba asustado, ¡terriblemente asustado!

Conocía demasiado bien a Carol, sabía lo que ella pensaba, ¡y realmente temía que ella quisiera terminar con él por lo de Laín!

Temía que Carol ya no lo quisiera...

Tenía miedo, mucho miedo, tanto que ni siquiera podía concentrarse en buscar al culpable. Todo su ser estaba enfocado en Carol.

Al escucharla ofrecer un abrazo, realmente quería llorar...

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