¡Sorpresa! Tuve Cuatrillizos con Mi Desconocido Esposo romance Capítulo 872

Cuando los cuatro pequeños volvieron al Jardín Número Uno con Tesoro, Iván y los demás empleados estaban esperando en la entrada, llenos de expectación.

Al ver a Tesoro bajar del auto, todos se sorprendieron y se alegraron tanto que empezaron a llorar.

En aquel entonces, pensaban que Aspen, en manos de la despreciable familia Bello, no podría sobrevivir...

¡Quién iba a pensar que no solo sobrevivió!

¡Ahora incluso tenía esposa e hijos, una familia feliz y completa!

¡Más feliz que Tiberio y Yareni en sus buenos tiempos!

Primero reconoció a varios hijos, y ahora también a una hija.

¡La familia estaba completa!

¡El cielo sí tiene ojos!

Iván, secándose las lágrimas, guió al personal del Jardín Número Uno para dar la bienvenida, diciendo al unísono,

"¡Bienvenida a casa, señorita!"

Tesoro, abrazando su muñeco de conejito, los miraba confundida.

Miro le dijo: "Tesoro, esta es nuestra casa, estas personas se encargan de cuidarnos, y él es el mayordomo, abuelo Iván."

Tesoro, muy educada, respondió, "Hola a todos, hola abuelo Iván."

Iván, con los ojos aún rojos, dijo, "Hola, señorita, hola. Vamos, entra, la comida ya está lista."

Tan pronto como Iván recibió la llamada de los cuatro pequeños, ordenó a la cocina preparar un festín.

¡Toda clase de carnes preparadas de todas las maneras posibles!

Tesoro, con los ojos brillantes, se lavó las manos rápidamente y se sentó a comer.

Después de tanto ajetreo, la pequeña estaba hambrienta.

No tenía tiempo para hablar, se dedicó a devorar la comida, con granos de arroz pegados en su boca y nariz.

Los cuatro pequeños la miraban con cariño, cada vez más encantados.

Laín dijo riendo, "Tesoro se parece a mamá, tiene buen apetito y también le encanta la carne."

Los otros tres asintieron, "Igualita a mamá, especialmente con el pollo y el pescado."

Tesoro realmente se parecía a Carol, no solo físicamente sino también en su personalidad.

Incluso sus preferencias alimenticias eran como las de Carol.

Heredó lo bueno y también los malos hábitos.

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