¡Sorpresa! Tuve Cuatrillizos con Mi Desconocido Esposo romance Capítulo 896

La garra del demonio se extendía hacia él…

En el momento de ser desgarrado, de repente se encontró sumido en la oscuridad, su cuerpo cayendo rápidamente.

Debajo, un abismo sin fondo, ¡un verdadero infierno en la tierra!

Parecía como si incontables demonios lo observaran desde el fondo, con sus ojos rojos abiertos, riendo malévolamente, levantando sus garras afiladas para recibirlo, como diciendo:

"Ven, el infierno te da la bienvenida".

En ese momento, el miedo y la tristeza lo inundaron por completo, pero aún así luchaba, resistía, ¡luchaba con todas sus fuerzas!

Porque Yareni le había dicho:

"En la vida, no importa cómo vivas, es solo una vida. Vivir bajo el sol es una vida, vivir en la oscuridad es una vida, pero si quieres vivir con libertad y a tu manera, definitivamente no puedes ser una mala persona, tienes que ser buena.

Porque solo las buenas personas pueden ser sinceras consigo mismas, vivir sin restricciones.

Las malas personas viven con miedo, están condenadas a una vida de ansiedad, viven exhaustas. Por lo tanto, por tu propia felicidad, ¡no seas una mala persona!"

Así que, no quería ser un demonio, ¡quería ser una buena persona de verdad!

Quiso pedir ayuda, pero no pudo emitir sonido alguno.

Solo podía, en su corazón, llamar una y otra vez a las personas que le importaban, deseando ser redimido.

Llamó a su madre, a su padre, a su hermano y a su hermana, ¡llamó a Yareni!

Pero el resultado de sus llamados fue:

Vio a su madre ser humillada hasta la muerte por Paulo, su padre murió lleno de odio.

Vio a sus dos hermanos y a su hermana morir de manera trágica, con los ojos aún abiertos.

Vio a Yareni aparecer con Tiberio ante él, diciéndole que Tiberio era una buena persona...

Sus padres y sus hermanos ya estaban muertos, no podían salvarlo.

Yareni también se había enamorado del demonio, tampoco podía salvarlo.

Estaba completamente perdido...

No hay dolor mayor que la muerte del corazón, dejó de resistirse, dejó de luchar.

Cerró los ojos, dejándose caer en el abismo profundo, en los 'brazos' del demonio.

VERIFYCAPTCHA_LABELVerificar