Era mayo y en Puerto Rafe aún no había comenzado oficialmente la temporada de lluvias.
Pero esta tormenta llegaba con furia, el cielo se veía oscuro y amenazante, como si quisiera devorar la ciudad entera.
El limpiaparabrisas del coche se movía frenéticamente, pero aún así dificultaba la visión.
El conductor iba despacio, Aspen y los tres pequeños aún no habían llegado a casa.
Los cuatro, padre e hijos, estaban sentados en el coche, frunciendo el ceño al mirar por la ventana, todos con preocupaciones similares.
La atmósfera dentro del coche era tensa.
Ledo, con el ceño fruncido, se contuvo todo lo que pudo, pero al final no pudo evitar mirar a Laín y decir,
“Hermano, estoy de mal humor.”
Laín, que estaba pensando en el asunto de Rick, se volvió hacia él y preguntó con preocupación,
“¿Qué pasa? ¿Es por Rick?”
“Sí, después de escuchar la grabación de los padres adoptivos de Rick, me enojé mucho, ¿ellos se merecen una paliza, verdad? Si mamá descubriera que alguien nos está arrastrando montaña arriba, seguro que lucharía contra esa persona con todas sus fuerzas. Los padres adoptivos de Rick solo se preocupan por el dinero. ¡Gente así mejor que desaparezca pronto!”
Laín frunció el ceño y dijo,
“Siempre habrá demonios en el mundo, pero también habrá justicia para enfrentarlos. Ya los capturó la policía, que pasen el resto de sus vidas en la cárcel, ¡y que no piensen en salir!”
No importa si son padres biológicos o adoptivos, gente así no merece un buen final.
“Entonces, ¿crees que Rick podrá ver la verdad esta vez?”
“Rick no es tonto, seguramente verá la verdad.”
Los problemas de García en este momento crucial demostraban que algo iba mal en el pueblo del monte.
Sumado a la grabación de los padres adoptivos de Rick, cualquiera con un poco de sentido común podría discernir la verdad.
Ledo, confundido, dijo,
“Hermano, ¿cómo crees que piensa la persona detrás de todo esto? Rick era tan solo un niño en ese entonces, no tenía mucho valor de uso, ¿por qué gastaría tanto esfuerzo en él?
Si querían usar a Rick para vengarse, tendrían que esperar a que Rick creciera, ¡el costo en tiempo es demasiado alto!”
Tras las palabras de Ledo, el coche se sumió nuevamente en el silencio.

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