¡Sorpresa! Tuve Cuatrillizos con Mi Desconocido Esposo romance Capítulo 98

"Ya somos todos adultos, dejen de mentir tan descaradamente, ¡fue tu hijo el que empujó al mío primero! Todos aquí son testigos."

El grupito alrededor, que estaba disfrutando del chisme, se miraba unos a otros sin atreverse a decir ni pío.

Justo en ese momento, Aspen estaba por allí de inspección.

Este centro comercial también pertenecía a Regio Bello, y él se tomaba un día al mes para venir personalmente a echarle un ojo.

Abel vio a Carol y le dijo,

"Ahí está la Srta. Carol, qué casualidad, ¿eh? Sabía que ella había salido de compras con Tania, pero no me imaginé que terminarían aquí. Definitivamente fue obra del destino. El de arriba sabe que usted ha estado preocupado por la Srta. Carol últimamente, y mira, les preparó este encuentro."

Aspen... "Si te callas, nadie pensará que eres mudo."

Abel se rio, "Parece que la Srta. Carol se metió en problemas, ¿vamos a ver qué pasa?"

"¿Quieres jugar al héroe salvador?"

Abel se quedó sorprendido, "Claro que no, ni lo había pensado."

En realidad, quería que Aspen fuera el héroe.

Desde que Carol besó a Aspen, Abel pensó que la chica tenía potencial.

Después de todo, en tantos años, ¡solo ella había logrado besarlo!

Si ella podía hacer que Aspen olvidara a la madre de Miro y volviera a llevar una vida normal, entonces Carol sería bien recibida por todos ellos.

No importaba si ella se había acercado a Aspen con algún propósito, mientras no planease hacerle daño, todo estaría bien.

No querían ver a Aspen sufriendo por una mujer cuyo destino era incierto y amargarse la vida por ello.

"¿Te gusta ella?" Aspen, de repente, soltó la pregunta.

Abel se sobresaltó, "Aspen, esa broma no tiene gracia."

"Si te gusta, voy y te ayudo a cortejarla."

Abel se retorció, "Aspen, mejor mátame de una vez."

"Parece que te interesa bastante, y no tienes mala impresión de ella, no te preocupes por la tensión entre nosotros, si de verdad te gusta, puedo hablar con ella para arreglar las cosas."

Dime con quién andas y te diré quién eres, se notaba que este grupo de mujeres era igual que esa dama elegante, ninguna tenía la más mínima educación ni razón.

Una de las mujeres dijo con aires de superioridad,

"Mejor arrodíllate y pídele disculpas a Lucía, luego te das diez bofetadas. A ver si así Lucía te perdona."

Carol respondió con frialdad, "¿Y si no quiero?"

"¿No quieres? Entonces no te arrepientas cuando te patee el trasero."

Carol las miró de reojo y sacó su celular para llamar a la policía.

La otra notó sus intenciones y le arrebató el teléfono, tirándolo al suelo,

"Todavía quieres llamar a la policía, estás loca, ¿sabes a quién le has faltado el respeto hoy? El tío de Fely es Orion Hidalgo, conocido por todos aquí. Si viene la policía, la que van a llevar es a ti."

La mujer iba a pisotear el teléfono, pero Carol la empujó,

"¡Estás loca!"