¡Sorpresa! Tuve Cuatrillizos con Mi Desconocido Esposo romance Capítulo 984

Cuando Aspen apareció en la puerta, Lidia estaba en casa preparando caldo.

Al verlo, ¡el cucharón que Lidia sostenía casi se le cae al suelo!

Se quedó paralizada por un momento antes de recordar manejar su expresión y sonriendo le preguntó, "Aspen, ¿cómo llegaste aquí?"

Sin esperar la respuesta de Aspen, se dirigió a la empleada doméstica y dijo,

"Aspen llega y ni me avisas, ¿serás responsable de esta falta de respeto?"

La empleada doméstica, frustrada, respondió, "Aspen... no tuve tiempo de avisarte."

Aspen había entrado por la fuerza, la empleada doméstica no pudo detenerlo ni avisar a Lidia con anticipación.

Lidia lanzó una mirada furtiva a la empleada, quien, captando la indirecta, se fue al jardín a ordenar.

Lidia apresuradamente invitó a Aspen a sentarse y se ofreció a prepararle té.

Aspen con frialdad dijo, "No hace falta, hablemos."

Aspen se sentó en el sofá del salón mientras Lidia, nerviosa, preparaba dos tazas de té de manzanilla.

Puso una taza frente a Aspen y se sentó frente a él.

"Estaba a punto de decir que iría a ver a Carol esta tarde. Incluso hice caldo especialmente para ella y los niños, yo…"

Aspen la interrumpió con el rostro sombrío,

"Deja de actuar, actuar es una pérdida de tiempo para todos, no hay necesidad, ¡y no quiero seguirte el juego! ¡Tú mataste a mis padres, y no te dejaré salirte con la tuya! Y sobre tu hijo... ¿podemos hablar de eso?"

Lidia se quedó sin aliento, con los ojos bien abiertos, "¿¡!?"

Aspen fue demasiado directo, dejándola sorprendida.

Lidia tardó varios segundos en recuperarse y rápidamente se defendió,

"Aspen, ten cuidado con lo que dices. Probablemente no sabes que, en toda la familia Bello, yo era la que mejor relación tenía con tus padres. ¡Fui la única que no se opuso a su relación!"

Aspen, furioso, dijo, "¡Eso te hace la única persona que podría acercarse a ellos, la única que podría planear matarlos!"

¡Algunas personas son abiertamente malas, y otras son sutilmente crueles!

¡Lidia era de las segundas!