Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1056

Después de que se conociera la noticia de que Fern había despertado, Jeremy realmente fue a visitarla con un gran ramo de rosas azules en las manos. Él iba vestido de forma informal, pero seguía desprendiendo un gran aura que correspondía a su estatus de superestrella. Él se veía reluciente y guapo.

“Fernie, por fin te has despertado. El equipo de rodaje y yo estábamos muy preocupados por ti”, dijo Jeremy.

“Es mi culpa por hacerlos preocupar”, respondió Fern cortésmente.

“No se te puede culpar de esto. Nadie esperaba que el caballo se volviera loco de repente”, dijo Jeremy mientras ponía las flores en un jarrón.

“No sé qué flores te gustaban, pero hoy vi estas rosas azules cuando pasaba por la floristería. Las han traído hoy por avión, así que compré algunas. Espero que te gusten”.

Fern miró las rosas azules. Aunque él no supiera qué tipo de flores le gustaban a ella, él debía saber que ese tipo de flores no debían regalarse a cualquiera, ¿verdad? Fern no expresó sus emociones. Ella simplemente sonrió y dijo: “Gracias. Debes haber gastado mucho en ellas”.

“¿Por qué te comportas de forma tan cortés conmigo? Llevamos mucho tiempo actuando juntos. Podemos considerarnos mejores amigos, ¿no?”. Jeremy se rio entre dientes.

Fern lo pensó durante un rato. Aparte de cuando rodaban juntos, él no pasaba mucho tiempo con la gente que le rodeaba. Era un poco exagerado llamarse amigos, pero tampoco eran extraños. Ella no lo entendía. ¿Por qué Jeremy quería hacerse amigo de ella de repente?

“¿No es inapropiado regalarle rosas azules a tu amiga? Los demás podrían malinterpretar la relación entre ambos”, dijo Eugene con un tono frígido mientras entraba a la habitación. También había una expresión fría en su rostro.

“¿Y tú eres?”, preguntó Jeremy al encontrarse con la fría mirada de Eugene. Él fue invadido por una sensación de hostilidad.

“Soy…”.

Fern interrumpió a Eugene antes de que pudiera terminar de hablar.

“Él es mi jefe”.

“Oh, presidente Eugene. Encantado de conocerle”, dijo Jeremy al reconocerlo.

“No tienes que ser tan cortés conmigo. Puedes decirme si hay alguna película o libro que quieras ver o leer. Te los traeré la próxima vez”, dijo Jeremy con una sonrisa.

“Terminaré estos primero”, dijo ella mientras aceptaba sus regalos.

“De acuerdo. No te molestaré más. Deberías descansar”, dijo Jeremy, le asintió a Eugene y se fue.

Había una expresión sombría y seria en el rostro de Eugene. Él se dio la vuelta y vio a Fern sosteniendo los libros y la tableta portátil en sus manos. Parecía que le gustaban mucho los regalos.

“¿Te gustan los hombres como él?”, preguntó Eugene.

Fern lo miró y sintió que él le estaba haciendo una pregunta extraña, así que no le respondió. En su lugar, hojeó los libros que Jeremy le había regalado.