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Sharon lo respetaba, pero ella no sabía cómo complacerlos.
Tal vez fue porque ellos habían estado separados por un tiempo, por lo que el niño estaba más apegado a su mamá de lo normal. Después de comer, él la molestó para que construyera un modelo de avión con ella.
Sharon estaba un poco abrumada. Ella se acostó en el sofá de la habitación y no quiso moverse. “Estoy cansada, así que solo te veré jugar”.
Sebastian apretó los labios. “Si Papá estuviera aquí, él lo construiría conmigo”. Los ojos del pequeño se iluminaron. “Mami, ¿puedes llamar a Papá para preguntarle cuándo regresará?”.
Al ver los ojos suplicantes del niño, Sharon, naturalmente, no pudo soportar negarle su petición. Parece que mientras ella estuvo fuera de casa, Simon y su hijo se habían llevado bastante bien.
Simon le había comprado un teléfono nuevo y también le consiguió una nueva tarjeta SIM. Su teléfono perdido no se pudo recuperar.
“Está bien, lo llamaré”. Era muy tarde y todavía no había regresado. Ella estaba inexplicablemente preocupada por él.
El nuevo teléfono de Sharon solo tenía el número de Simon y ella lo marcó.
Su teléfono sonó durante mucho tiempo, pero nadie contestó. Ella reflexionó en secreto: ‘¿Realmente está tan ocupado? ¿Lo estoy molestando?’.
Justo cuando ella pensaba que él no iba a contestar, se escucharon algunos sonidos en el otro extremo y la llamada se conectó.
Ella estaba a punto de hablar cuando una suave voz femenina sonó desde el otro lado. “Hola”.
Sharon se estremeció. ¿Por qué una mujer estaba contestando su teléfono?
Sharon se sorprendió cuando escuchó la voz femenina al otro lado del teléfono. ‘¿Acaso no era el número de Simon?’.
Ella miró el teléfono y era en efecto su número. Ella no se había equivocado. Como ese era el caso, ¿quién era esta mujer?
Ella recordó que Franky le dijo cuando él la ayudó a configurar el nuevo teléfono que el Presidente Zachary nunca permitiría que nadie tocara su teléfono, especialmente una mujer. Lo que él estaba diciendo era que era un honor para ella ser la primera persona.
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