Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1388

"Si esto es realmente una despedida, por favor, no vuelvas a aparecer delante de mí nunca más. Ya que te vas a casar, no me hagas algo tan descarado. No quiero que los demás me llamen amante". Fern se sentó mientras se subía el cuello de la camisa.

"Además, si te atreves a volver a hacerme algo tan traicionero, no volveré a llamar a la policía. Te convertiré en eunuco de inmediato". Estaba enfurecida. Él se iba a casar con Sydney en una semana, pero había intentado quitarle la ropa e insultarla.

Eugene entrecerró los ojos tras escuchar las fuertes palabras de la mujer. En lugar de enfadarse, dijo en un tono calmado: "Algo así no volverá a ocurrir. Después de todo, tengo que asumir la responsabilidad de mi futura esposa".

¿Quería decir que dejaría esas sucias costumbres por su esposa?

Fern no quería escuchar nada sobre él y Sydney. Tomó la manilla de la puerta del coche y procedió a bajar del mismo. "Será mejor que hagas lo que dices". Entonces abrió la puerta del coche y se disponía a bajar.

De pronto, él la sujetó de la mano. Ella se la quitó de encima por reflejo y lo miró fijamente en estado de alerta. "¿Qué demonios quieres?".

La reacción de la mujer lo hizo sentirse extremadamente exasperado. Dejó de tocarla. La miró a los ojos con sinceridad y le dijo: "Recuerda que puedes casarte con cualquiera, menos con Jeremy Ziegler".

Ella también se puso furiosa por esto. Antes, no solo le prohibía tener una relación con Jeremy, sino que tampoco le permitía salir con nadie. Pero ya que se iba a casar, ¿le estaba dando permiso para casarse con otra persona?

¡Era egoísta, dominante y poco razonable!

"De todos modos, esta es una despedida eterna. No te metas más en mis asuntos", dijo Fern mientras bajaba del coche.

La voz del hombre sonó desde detrás de ella. "Si te casas con Jeremy, te arruinaré la ceremonia de la boda".

Ella dio media vuelta de inmediato al escucharlo. Había una expresión fría y cruel en el rostro del hombre. ¡No estaba bromeando!

"¡Tú... eres realmente un desvergonzado!", gritó enfadada y se marchó de inmediato. Si seguía hablando con él, se enfadaría muchísimo.

Eugene vio cómo la silueta de la mujer se desvanecía en la noche. Hizo un gesto con la mano para que el chófer se lo llevara del lugar.

Algún día, ella entendería sus palabras.