Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1473

Tan pronto como Sydney terminó de hablar, Eugene, quien estaba tan elegante como siempre con un traje Occidental, se acercó por detrás de ella.

“Feliz cumpleaños, abuelo”, dijo Eugene en un tono tranquilo.

El Viejo Amo lo miró. Había una expresión de insatisfacción en su mirada. “¿Estás ocupado con el trabajo ahora?”.

“Estoy ocupado con los asuntos de la empresa. Ya lo sabes, abuelo”. Eugene pensó que él no había hecho nada para ofender a su abuelo.

El Viejo Amo resopló y dijo: “Independientemente de lo ocupado que estés, deberías haber buscado a tu mujer para venir al evento juntos”.

Eugene se dio cuenta en ese momento del por qué el Viejo Amo estaba disgustado con él.

Sydney no podía soportar ver a Eugene siendo regañado por el Viejo Amo, así que dijo de inmediato: “Eugene está ocupado con el trabajo. No hay diferencia si vengo por mi cuenta o si él me trae”.

“Mira lo considerada que es Sydney contigo”. El Viejo Amo estaba satisfecho con su nieta política. Después de todo, él la había seleccionado.

Eugene frunció el ceño, pero cedió ante el Viejo Amo. Ese día era su cumpleaños, así que Eugene no quería hacerlo enojar.

“Entendido. Me aseguraré de recoger a Sydney y asistir con ella al próximo evento”.

Sydney se acercó y le ayudó a arreglar el cuello de su camisa. Al mismo tiempo, ella le dijo suavemente: “No has regresado a casa desde hace mucho tiempo porque has estado ocupado trabajando horas extras en la empresa. ¿Has terminado todo tu trabajo?”.

Antes de que Eugene pudiera decir algo, el Viejo Amo lo miró con furia y preguntó en tono gélido: “¿Cuántos días llevas sin volver a casa?”.

Eugene entrecerró los ojos y miró a Sydney. Aunque parecía que ella solo estaba haciendo una pequeña queja, ¿se estaba quejando deliberadamente de él delante de su abuelo?

“Presidente Lawrence, ¿de quién es la cena de cumpleaños?”. Su mente se quedó en blanco.

Jad se rio entre dientes y dijo: “¿No te has dado cuenta? Hoy es el cumpleaños número 90 del Viejo Amo Newton”.

De repente, Fern se sintió ligeramente enfadada. “¿Por qué no me dijiste que era la cena de cumpleaños del Viejo Amo Newton antes de venir aquí?”. Si lo hubiera sabido, ella no habría asistido.

“No es demasiado tarde para que lo sepas ahora. Además, estás aquí para acompañarme”. La sonrisa de Jad parecía inofensiva, pero en realidad era taimada e intrigante.

“Lo siento, tengo que irme ahora”. Ella no quería encontrarse con el Viejo Amo, y mucho menos con Eugene, en un evento de ese tipo. Ella se dio la vuelta y procedió a irse.

Sin embargo, Jad la agarró de la muñeca. Él le sonrió con frialdad y le advirtió: “Ya que me has acompañado hasta aquí, no puedes irte”. Él le sujetó la muñeca con fuerza y la arrastró hacia el Viejo Amo.