Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 150

Simon pisoteó en el mismo lugar un par de veces más.

Franky, que estaba detrás de él, no se atrevió a mirar lo que estaba pasando.

Cuando el hombre estaba tan adolorido que ni siquiera podía emitir un sonido, Simon le dijo con frialdad a Franky: “¡Sácalo de aquí y deshazte de él!”.

“¡Sí, Presidente Zachary!”. Franky inmediatamente arrastró al hombre fuera de la habitación y cerró la puerta. Desde el principio hasta el final, no se había atrevido siquiera a mirar a Sharon.

Los hombres de Simon estaban custodiando tanto adentro como afuera del hotel para garantizar que la celebración del aniversario transcurriera sin problemas. Por lo tanto, cuando Franky vio a un hombre secuestrando a Sharon a través de las cámaras de vigilancia, él inmediatamente informó a Simon y averiguó dónde estaban.

Sharon estaba acostada en la cama, su conciencia desvaneciendo lentamente.

Las venas de la frente de Simon estallaron cuando vio el estado en el que se encontraba. Tirándola hacia arriba, él apretó los dientes mientras gritaba: “¡Sharon Jeans!”.

Él finalmente entendió lo que le estaba pasando cuando vio su rostro enrojecido.

¡Su condición ahora mismo era idéntica a la de él cuando lo habían drogado en ese entonces!

Ella lo había conocido esa fatídica noche hace cinco años. Si él hubiera llegado un minuto más tarde esta noche, ¡el hombre la habría destruido!

La ira en él aumentó mientras ese pensamiento se le venía a la mente. ¿Quién la había drogado?

Los ojos del hombre se entrecerraron peligrosamente. Usando su gran cuerpo, él se acostó encima de ella y le inmovilizó las manos por encima de la cabeza. Agarrándole la barbilla con sus dedos largos, él dijo: “¡Mujer, soy Simon Zachary!”.

Incapaz de luchar más, Sharon se volvió un poco sobria. Cuando vio el rostro familiar del hombre, ella murmuró: “¿Simon? ¿Por qué eres tú?”.

Simon arqueó una ceja. “¿Quién pensaste que era? ¿Eugene Newton?”.

La mujer tenía una expresión de asombro en su rostro mientras murmuraba: “¿Eres Eugene?”. Sus ojos se volvieron desorientados mientras parecía volver a un estado de confusión.

Habiendo sido confundido con otra persona una y otra vez, la expresión en el rostro hermoso de Simon se oscureció.