Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 152

Douglas estaba tan enojado que no se atrevió a mirar la escena.

“¡Qué desvergonzada, teniendo relaciones con otro hombre a espaldas de Simon! ¡La sacaré a rastras yo misma!”, respondió Fiona con entusiasmo mientras caminaba hacia el baño.

Justo entonces, una figura salió del baño. Era Simon, quien solo tenía una toalla alrededor de la cintura. El agua goteaba de su pecho esculpido, y su cabello aún estaba húmedo.

Cuando vio a su padre, su hermana y su cuñada, él frunció el ceño y preguntó: “¿Por qué entraron aquí sin mi permiso?”.

Fiona se sorprendió cuando vio que era Simon. Sus ojos se abrieron de par en par, quedándose sin palabras. ¿Qué hacía él aquí?

¿Cómo era posible que el hombre con el que Sharon estaba teniendo relaciones era Simon?

¡No! ¡Ese no era el plan! ¡No era lo que ella había planeado!

El dúo padre e hija también se sorprendieron al ver a Simon salir del baño, pero no estaban tan sorprendidos como Fiona.

Douglas frunció el ceño mientras miraba fijamente a Simon y preguntó con disgusto: “¿Qué estás haciendo aquí?”.

Luego, miró la ropa en el suelo. Podría ser que él y Sharon...

Simon tenía una expresión fría en su rostro mientras decía: “Yo soy el que debería hacer esa pregunta. ¿Qué tipo de emergencia hay por la que entraron a mi habitación sin siquiera llamar a la puerta?”.

Cuando terminó de hablar, él se volteó para mirar con frialdad al gerente del hotel y le preguntó con una voz fría: “¿Son estas las reglas de su hotel?”.

El gerente comenzó a sudar frío mientras Simon lo miraba fijamente. “Lo... lo siento, Presidente Zachary...”.

“Está bien, hiciste tu trabajo. Puedes irte ahora”, dijo Penelope de manera abrupta. Ella no quería que ningún extraño fuera testigo del lado feo de la familia Zachary.

Penelope tenía una expresión sombría en su rostro. Era la primera vez que veía a Simon actuar de una manera tan disoluta. Haciendo eso en un hotel con Sharon...

Douglas no quería ser parte de esto, en absoluto. Su rostro estaba oscuro y no hablaba.

La expresión en el rostro de Penelope era gélida, y se negó a echar otro vistazo al desorden de ropa en el suelo. Tratando de apagar las llamas de la ira dentro de ella, respiró hondo antes de volver a mirar a Simon con frialdad. Su voz era baja mientras decía: “Esta noche es la celebración del aniversario de la corporación. En lugar de estar en el salón de baile, ¿por qué estás…?”. Ella se detuvo a mitad de la frase. Después de todo, esto era un asunto vergonzoso.

Finalmente, ella cerró las manos en puños mientras regañaba con frialdad: “Esto es tan inapropiado por parte de Sharon. ¿Ella cómo podría querer hacer algo como esto en un hotel contigo en un momento así?”.

Penelope estaba furiosa. Le costaba creer que su hermano menor, quien ella misma había criado, ¡estuviera tan cautivado por una mujer!

“Oh...”. El sonido del gemido de una mujer provino del baño.

Diferentes expresiones cruzaron los rostros de todos en la habitación cuando escucharon ese sonido. Era una escena para presenciar.