Resumo de Capítulo 1589 – Capítulo essencial de Ten cuidado, mi papá CEO por Internet
O capítulo Capítulo 1589 é um dos momentos mais intensos da obra Ten cuidado, mi papá CEO, escrita por Internet. Com elementos marcantes do gênero Amor, esta parte da história revela conflitos profundos, revelações impactantes e mudanças decisivas nos personagens. Uma leitura imperdível para quem acompanha a trama.
"He dicho que ella no es la única que puede darte un hijo. Hay muchas mujeres que pueden darte uno".
"Ella es la única persona que quiero que me dé un hijo. ¡Nadie más tiene derecho a dar a luz a mis hijos!". Dayton exudaba una fría y opresora aura.
Hayley podía percibir su rabia, así que añadió: "¿Y si no consigue quedarse con su hijo?".
"¡Cierra tu despreciable boca! ¡Seguro que podrá dar a luz al niño sin problemas!", gritó Dayton con frialdad.
Hayley notó la expresión rígida y enfurecida del rostro de él. Se rio burlonamente y dijo: "Por supuesto, rezaré para que consiga dar a luz al niño sin problemas".
Después de hablar, se levantó y dijo: "Se hace tarde, así que me voy a dormir. Será mejor que la vigiles de cerca para evitar cualquier complicación con su embarazo".
Dayton la ignoró. Cuando ella se fue, él se quedó sentado en el sofá sin moverse.
¡El niño que les pertenecía a él y a Quincy debía nacer sano y salvo!
Mientras Quincy estaba sumida en su sueño, sintió de pronto que el colchón se hundía un poco. El pesado cuerpo de Dayton se acercó a ella.
Ella abrió los ojos y se encontró con la visión del apuesto y delicado rostro de Dayton. Percibió el olor a jabón en el cuerpo del hombre, señal de que se había duchado. Murmuró aturdida: "¿Has terminado de trabajar?".
"Sí...". Dayton se giró hacia un lado y le apartó suavemente los mechones de cabello a un lado de la cara. Su corazón se agitó al ver la expresión de sueño y aturdimiento en su rostro.
No pudo resistirse a bajar la cara para besarla en los labios.
Quincy tenía mucho sueño esa noche. El repentino beso de Dayton la despertó poco a poco de su sueño. Abrió los ojos y vio cómo él la besaba intensamente.
Estaba a punto de abrir la boca y decir algo cuando él deslizó su hábil lengua entre sus labios. El beso se volvió acalorado y apresurado.
A ella le costaba respirar. Entonces levantó la mano para empujarlo por los hombros, pero él le inmovilizó las muñecas por encima de la cabeza y siguió besándola.
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