Resumo de Capítulo 1600 – Capítulo essencial de Ten cuidado, mi papá CEO por Internet
O capítulo Capítulo 1600 é um dos momentos mais intensos da obra Ten cuidado, mi papá CEO, escrita por Internet. Com elementos marcantes do gênero Amor, esta parte da história revela conflitos profundos, revelações impactantes e mudanças decisivas nos personagens. Uma leitura imperdível para quem acompanha a trama.
Eugene paseó su fría mirada por todos los presentes en el funeral y dijo: "Es la última vez que digo esto. No quiero volver a escuchar a nadie hablar mal de mi mujer. Por lo demás, no me culpen por haberme peleado con ustedes. Si alguien desea abandonar la casa de los Newton, cumpliré con gusto su deseo".
Todos los miembros de la familia Newton respiraron con fuerza después de escuchar lo que dijo. Todos intercambiaron miradas entre sí. No se atrevieron a decir nada, aunque todavía no estaban dispuestos a aceptar sus palabras.
Cuando Eugene terminó de hablar, ignoró las expresiones de sus rostros y salió del cementerio con su esposa e hija. Luego subieron al coche y se marcharon.
Fern miró a Eugene, quien aún tenía una expresión desagradable en su rostro. No pudo evitar preguntar: "¿No fueron tus palabras demasiado duras?".
"¿Qué palabras?". Eugene se volteó para mirarla. Luego levantó la ceja y preguntó: "¿Te refieres a cuando les pedí que se fueran de la casa?".
Él no lo creía. "Ya que se atrevieron a hablar de ti de esa manera, deberían asumir las consecuencias". Aunque fueran sus mayores.
Fern se enfadó al recordar lo que habían dicho. Sin embargo, tenía más curiosidad por saber de dónde venían esos rumores.
Eugene parecía ser capaz de leerle la mente, así que añadió: "Investigaré este incidente. Ten por seguro que descubriré quién está detrás de todos los rumores".
Ella asintió. Tenían que encontrar al culpable. No podía permitir que esa persona siguiera hablando mal de ella en la casa Newton.
...
Dayton alquiló una pequeña isla y llevó a Quincy de vacaciones.
"¡Dayton, realmente me encanta este lugar!". Quincy miró el agua azul del océano ante ella y sintió la brisa marina en su cara. La sensación de relajación que la invadía era extremadamente agradable.
"Si te gusta, puedo comprarte toda la isla. Después de que des a luz, podemos mudarnos aquí". Dayton estaba de buen humor al ver que ella estaba feliz.
"¿Comprarla? ¿No tendrás que gastar mucho dinero?". A Quincy le gustaba mucho esa isla.
"Mientras te guste, vale la pena sin importar el precio". El dinero no era un problema para él.
"Deberías preguntar por el precio. Si es demasiado caro, entonces olvidémoslo". Fue bastante considerada con él.
Dayton levantó la cabeza y le acarició la coronilla. "No tienes que preocuparte por si me lo puedo permitir o no. Esta isla es un regalo mío para ti y para nuestro hijo".
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