Resumo do capítulo Capítulo 1601 de Ten cuidado, mi papá CEO
Neste capítulo de destaque do romance Amor Ten cuidado, mi papá CEO, Internet apresenta novos desafios, emoções intensas e avanços na história que prendem o leitor do início ao fim.
“¿Eh? ¿En serio?”.
Ambos se quedaron mirando la parte que sobresalía del estómago de la mujer y empezaron a investigarla.
Cuando Tia se enteró de que Dayton quería llevar a Quincy de vacaciones, ella insistió obstinadamente en seguirlos.
Ella corrió a la orilla del mar y los vio a ambos sentados en un banco bajo un árbol mientras se comportaban como si estuvieran enamorados. Una sensación de asfixia la invadió al instante.
Ella cerró los puños y corrió hacia ellos. “Dayton, escuché que podemos ir a pescar en el mar. ¿Puedes llevarme?”.
Ella se acercó y agarró el brazo de Dayton. Luego lo sacudió de manera coqueta.
Dayton frunció el ceño y apartó la mano de ella. “Si quieres ir a pescar, puedes pedirle al gerente que te lleve. Él debe saber más que yo”.
“Pero... quiero que tú vengas conmigo”. Tia hizo un puchero y le lanzó una mirada suplicante.
“Estoy ocupado”. Dayton la ignoró.
“No pareces ocupado ahora”. Tia se enfadó ligeramente. Ella miró con furia a Quincy, quien estaba sentada al lado de él.
Quincy miró a Tia, quien se estaba comportando como una niña en ese instante, y pensó de repente en lo que Sharon le había dicho. A Tia le gustaba Dayton.
En el pasado ella no lo creía. Sin embargo, al ver lo que ocurría en ese instante, parecía que era cierto.
Ella miró a Dayton y dijo: “Tengo hambre. Come conmigo”.
Una expresión seria se formó en el rostro de Dayton de inmediato. “Claro”. Tan pronto como terminó de hablar, él la ayudó a levantarse y la rodeó con el brazo mientras caminaban hacia el restaurante.
“Dayton...”. Tia, quien fue ignorada por completo, dio un pisotón de rabia. Ella miró con furia la silueta de Quincy y la regañó en su interior. ‘¡Solo espera, Quincy! ¡Me aseguraré que te vayas del lado de Dayton tarde o temprano!’.
Dayton ayudó a Quincy a entrar en el restaurante y la sentó en una silla. Tia entró corriendo tras ellos.
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