Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1663

Naturalmente, Quincy se sintió ligeramente decepcionada. Parecía que ella tenía que mejorar sus habilidades culinarias.

Pequeña Pastelito se puso del lado de su madre. “¿Cómo puedes comparar al cocinero de tu casa con mi mami? Mi mami solo cocina platillos sencillos. No puedes comer estos platillos en ningún otro lado. Son de edición limitada. ¿Sabes eso?”.

Ella resopló y dijo: “Tal vez sea porque nunca has probado los platillos que prepara tu propia madre”.

Hubo un pequeño cambio en la expresión de Sirius. Sin embargo, se quedó más callado.

Quincy se sintió ligeramente triste al verlo actuar de esa manera. Ella le preguntó tímidamente: “¿Tu madre no suele cocinar para ti?”.

Ella no esperaba que Dayton cocinara para Sirius. Él no sería un buen padre.

Después de un breve silencio, Sirius dijo de repente: “No tengo madre”.

Parecía que él estaba diciendo estas palabras en un ataque de rabia.

Quincy lo miró con sorpresa.

Pequeña Pastelito le preguntó con curiosidad: “¿Eh? ¿Por qué no tienes madre? Ah, cierto, oí que tus padres están divorciados. ¿Ella te abandonó?”.

“Pequeña Pastelito, no digas tonterías...”. Quincy detuvo a su hija instintivamente. Ella no lo abandonaría.

Pequeña Pastelito entró en razón y le dijo inmediatamente a Sirius: “Lo siento, no debería haberte preguntado algo así”.

Había una expresión gélida y estoica en el rostro de Sirius. “No te preocupes, tienes razón. Ella me abandonó. Me abandonó justo después de darme a luz. Tampoco ha venido a visitarme”, dijo él de forma despreocupada. Sin embargo, había rabia y tristeza en su mirada.

“¿Cómo sabes que te abandonó? ¿Tu padre te ha dicho eso?”. Quincy se sintió ligeramente frustrada y ansiosa. Dayton seguro había hablado mal de ella delante de su hijo.

“Él no necesita decirme nada sobre ella. Ella no habría desaparecido después de dejarnos a mí y a mi padre atrás si no nos hubiera abandonado”.

A Pequeña Pastelito le preocupaba que el padre de Sirius fuera a buscarlo. Sería malo que su madre se enterara de que el padre de él era el tío malo.

“Oh, ¿por qué tienes la cara tan enrojecida?”. Pequeña Pastelito se dio cuenta de que le pasaba algo a Sirius. Ella extendió su mano para tocarle la cara y exclamó con sorpresa: “Tienes la cara muy caliente. ¿Estás enfermo?”. Ella llamó inmediatamente a su madre.

Quincy acababa de terminar de lavar los platos. Ella llegó a la sala de estar de inmediato después de oír a su hija llamándola.

Ella extendió su mano para tocar la frente de Sirius. Su expresión cambió. “¡Tu temperatura corporal está muy alta! ¿Tienes fiebre?”. Ella se dio la vuelta para buscar un botiquín. Luego sacó un termómetro para medir la temperatura corporal del niño.

“Tu temperatura corporal es de 38,6 grados centígrados. ¡Tienes fiebre!”. La mirada de Quincy se llenó de preocupación mientras decía: “Te daré un medicamento para bajar la fiebre. Después de eso, tómate una ducha caliente. Si no te sientes bien, descansa un poco”.

“No pasa nada. El mayordomo vendrá a buscarme pronto”. Sirius rechazó su preocupación.

Quincy no le dejó hacer lo que él deseaba en ese momento. Su expresión se volvió más severa mientras decía: “Estás teniendo una fiebre muy alta en este momento. Necesitas tomar un poco de medicina para que se te baje. Sé bueno y escucha lo que te digo”.