Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 181

"Yo...". Rebecca estaba abrumada por la emoción y no pudo reprimirla. Al final, decidió quedarse.

Fiona tenía razón. Si Penelope no estaba presente, no la echarían. Ella no podía perder la oportunidad de acercarse a Simon.

Dentro de la habitación, el apuesto hombre estaba acostado en la cama. Su respiración sonaba un poco agitada. Sus cejas limpias y hermosas estaban ligeramente fruncidas y no se veía muy cómodo.

En ese momento, él no tenía la frialdad que tenía cuando estaba despierto. Sin embargo, se veía más encantador y más como una fruta prohibida.

Rebecca se sentó a un lado de la cama. Ella le estaba aplicando un ungüento con las manos temblorosas. El hombre desnudo que estaba frente a ella le estaba causando un gran impacto ante sus ojos. Ella sintió que su garganta se volvía cada vez más tensa y que su respiración también se hacía cada vez más pesada. Mientras ella miraba el hermoso rostro de él, su corazón comenzó a latir furiosamente.

Ese hombre era tan admirable y tan guapo. Era difícil para cualquier mujer no enamorarse de él.

Ella quería acostarse a su lado y ser su mujer.

No había nadie más en la habitación y la puerta estaba bien cerrada. Rebecca lo miró y sintió que su cuerpo se calentaba.

Ella se desabrochó los botones de la camisa uno por uno. Luego se acostó junto al hombre, sintiéndose muy asustada y emocionada.

Ella le abrió los brazos y se acostó sobre su hombro, poniendo su cara en el pecho de él. Ella escuchó los fuertes latidos del corazón y sintió un matiz de dulzura en su corazón.

¡Ella quería una fotografía para conmemorar ese momento!

Rebecca cogió su celular y deliberadamente hizo una pose para tomarse una foto con él. Era una foto muy íntima, pero a la vez muy indecente.

Después de tomar la foto, su mirada se fijó en los delgados labios del hombre. Ella quería besarlos.

Su respiración se aceleró a medida que ella se acercaba más y más a él.

“¡Me iré, me iré! ¡No grites!”. Rebecca se levantó inmediatamente y corrió hacia la puerta llorando.

"¡No quiero verte en la oficina o en la casa de Zachary nunca más!".

Antes de salir corriendo por la puerta, ella escuchó la fría declaración del hombre.

Estaba de espaldas. Ella se detuvo durante un rato antes de seguir corriendo. Las lágrimas corrían por su rostro sin parar.

Oh no, ella estaba completamente acabada. Ella lo había ofendido y ahora la despreciaba.

Rebecca salió corriendo. Se puso en cuclillas en un lugar sin nadie alrededor y estalló en lágrimas. Ella aún se sentía muy agraviada.

Ella agarró el celular y la pantalla mostraba la foto que se había tomado hace un momento. Los ojos del hombre estaban cerrados y ella estaba apoyada en su hombro. Ellos estaban muy cerca el uno del otro y parecía que él iba a besarla.