Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 205

Al poco tiempo, Franky apareció con el equipo de rescate.

“¡Presidente Zachary, señora! ¿Están bien?”. Franky corrió hacia ellos. Se sorprendió cuando vio lo heridos que estaban los dos.

“¡Dense prisa, él está muy malherido! ¡Sálvenlo!”. Sharon solo estaba preocupada por las heridas de Simon.

Franky llamó inmediatamente al helicóptero de rescate y los ayudó a subir a él.

Ya había personal médico a bordo del helicóptero, y trataron a Simon y Sharon tan pronto como los subieron.

“Traten sus heridas primero. Yo estoy bien”. El corazón de Sharon se retorció en su pecho cuando vio que Simon palidecía gradualmente.

Simon se dio cuenta de que ella todavía estaba preocupada, así que extendió su gran mano para sostener los dedos fríos de ella. Él estaba extremadamente débil, pero aún le sonreía. “No moriré”.

Sin embargo, tan pronto como dijo eso, cerró los ojos sin poder evitarlo. Su mano se apartó de la de ella.

“¡Simon!”. Sharon sintió que su cabeza también daba vueltas.

...

Cuando los ojos de Sharon se abrieron de golpe, vio el techo blanco puro sobre ella. Estaba rodeada por el olor familiar a desinfectante del hospital.

Ella se sentó abruptamente. “¡Simon!”.

Ella había recordado lo último que vio antes de desmayarse. ¡Lo único que ella quería era verlo en ese momento!

Se quitó las mantas y saltó de la cama. Ella sintió inmediatamente un mareo en la cabeza y la enfermera llegó justo a tiempo para ayudarla a ponerse de pie. “Estás herida. Vamos, recuéstate”.

Era una habitación individual, pero cuando Sharon abrió la puerta, vio a Rebecca cuidando de Simon adentro...

La mirada de las dos mujeres se encontraron. Ambas se miraron en silencio durante un rato.

Sharon no esperaba que Rebecca apareciera tan pronto al lado del hombre. Su ansiedad fue desapareciendo poco a poco.

Ella se rio de sí misma con desprecio. ¿Por qué estaba preocupada? Él tenía mucha gente para cuidarlo.

Rebecca no pudo ocultar la ira en sus ojos cuando vio a Sharon. “Sharon Jeans, eres tú quien puso a Simon en este estado, ¿no es así?”.

Aunque Sharon no estaba muy gravemente herida, su mente también estaba considerablemente maltrecha en ese momento. Si no hubiera estado tan preocupada por Simon, no se habría apresurado a ir a esa habitación a riesgo de su propia salud.

En ese momento, ella no tenía la energía para discutir con Rebecca. Ella centró su atención en Simon y se acercó a él. Antes de llegar al lado del hombre, ella ya podía ver su tez pálida mientras yacía en la cama. Él tenía goteros intravenosos incrustados en el dorso de su mano, y las máquinas a su lado pitaban ocasionalmente.