Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 206

Parecía que él estaba bastante gravemente herido, después de todo. Por lo general, él era un hombre muy fuerte y dominante, pero estaba acostado ahí en ese momento porque había tratado de protegerla. No había forma de que eso no la conmoviera.

Aunque estaba inconsciente, el atractivo rostro del hombre lucía tan noble como siempre.

Sharon intentó acercarse a él, pero Rebecca la detuvo y le gritó con dureza: “Es tu culpa que haya terminado así. ¿Cómo pudiste tener el descaro de venir aquí después de eso?”.

Sharon quiso responderle, pero… existía la posibilidad de que Rebecca pronto fuera la esposa de él, ¿verdad? Ella estaba regañando a Sharon como la futura señora Zachary. ¿Qué podía decir Sharon a eso?

Además, el accidente ocurrió por su culpa y dejó a Simon en este estado. Ella no debió haber intentado quitarle el teléfono mientras conducía.

Al mismo tiempo, él no había sido razonable. Él no debió haberle quitado el teléfono y prohibirle que contestara la llamada.

“Solo estoy aquí para ver qué tan herido está”, dijo Sharon con calma.

“Por tu culpa, sus heridas son terribles. ¡El médico dijo que podría haber muerto si no lo hubieran tratado a tiempo!”.

El corazón de Sharon dio una sacudida repentina ante eso. ¿Era… realmente tan grave?

La puerta de la habitación se abrió de nuevo y ella escuchó la voz nerviosa y preocupada de un anciano. “Simon…”.

Era Douglas, con Penelope y Fiona a su lado.

Sebastian había escuchado que sus padres estaban heridos y en el hospital, así que había insistido en acompañarlos.

Cuando el niño vio a su madre en la habitación, corrió inmediatamente hacia ella. “¿Estás herida, Mami?”.

Ante la ira de Penelope, Sharon intentó decir algo: “Hermana mayor…”.

“¡Cállate, no me llames así!”, la interrumpió Penelope con furia.

Fiona intervino para echar más leña al fuego. “Sharon Jeans, siempre supe que serías la verdugo de nuestro Simon. ¡Ves, casi lo matas! Eres una maldición para su nombre. Date prisa y déjalo en paz de inmediato”.

El rostro tenso de Douglas se tornó aún más tempestuoso cuando escuchó eso, como si fuera a obligar a Sharon a divorciarse de Simon al segundo siguiente.

Sharon apenas se había recuperado de la bofetada de Penelope cuando su hijo de repente salió corriendo de su lado y empujó a Penelope lejos, rugiendo como un cachorro de león: “¡Malvada! ¡No dejaré que lastimes a mi mami!”.

Penelope no esperaba que el niño fuera tan fuerte. Se tambaleó hacia atrás unos pasos por la fuerza del empujón, y estuvo a punto de caerse.