Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 220

Las mejillas de Sharon se sonrojaron. Había creído las palabras de Rebecca fácilmente sin pensarlo más después de que ella le dijera entre lágrimas que Simon la había violado. Después de todo, ninguna mujer bromearía sobre algo así.

Nunca se esperó que Rebecca le hubiera mentido. Además, había tomado la fotografía deliberadamente en cierto ángulo para causar un malentendido.

Ella había creído en las palabras de Rebecca en ese entonces. Tampoco siguió escuchando lo que Rebecca estaba diciendo debido a la abrumadora tristeza en su corazón. Por lo tanto, se había ido de inmediato. Ella no tenía ni idea de todo lo que había sucedido después de eso.

Simon podía leer todos sus pensamientos. Ella sentía que no tenía secretos cuando estaba frente a él.

“Está bien, debo admitir que estaba molesta. También estaba muy enojada. Incluso si nuestro matrimonio es contractual, no debías tener una relación con ella”, dijo Sharon. Con cómo habían desarrollado las cosas, ella no tenía nada de qué avergonzarse por tomar la iniciativa de confesar sus verdaderos sentimientos.

Simon apretó su agarre alrededor de su cintura y se inclinó más cerca de su oído. “No te preocupes, eres la única persona con la que tendré una relación. No habrá otras mujeres”, susurró él en voz baja.

La voz baja del hombre pareció dejarla en trance. Los latidos del corazón de Sharon comenzaron a acelerarse mientras sus oídos se calentaban.

Ella levantó la cabeza y miró dentro del vórtice de sus orbes oscuros y profundos. Se le estaba comenzando a complicar respirar. “Tú...”, soltó ella.

Ella quería preguntarle qué quería decir con eso. Sin embargo, él bajó la cabeza en ese momento y la besó en los labios.

Sus labios estaban ligeramente fríos al tacto, pero se movieron contra los de ella de una manera dominante. El aliento de la mujer se le quedó atascado en la garganta. Sin embargo, ella no lo apartó esta vez. Después de estar desorientada por un momento, ella cerró los ojos y le permitió continuar besándola.

Sharon no esperaba que él la besara en ese momento. Al principio, le preocupaba tocar las heridas en el cuerpo del hombre. Sin embargo, pronto se olvidó de todo cuando él profundizó el beso. Ella estaba completamente atrapada por el abrumador encanto del hombre.

Ella estaba sin aliento cuando Simon la soltó. Sus delicados labios estaban teñidos de un rojo vivo, mientras que sus mejillas estaban sonrojadas. Una expresión tímida cubría su rostro.

Sharon volvió inmediatamente en sí. Ella se alejó de sus brazos después de recordar las heridas en su cuerpo. “¿Toqué tus heridas?”, preguntó ella.

La mirada de Simon era indescifrable. Él frunció el ceño y mostró una expresión de descontento al ver la preocupación en el rostro de la mujer. Él hizo que pareciera que ella realmente le había tocado las heridas.

Sharon acababa de dejarse engañar por él, así que ya no le creía. Ella pensó que él estaba fingiendo estar herido solo para engañarla una vez más.

“Deja de actuar. No soy tan estúpida como para dejarme engañar dos veces”.

Sin embargo, la expresión del hombre cambió esta vez; su atractivo rostro también estaba arrugado. Sharon lo miró de arriba abajo con desconfianza. ¿De verdad le tocó las heridas cuando lo golpeó un momento atrás?

El corazón de la mujer dio un vuelco mientras apartaba inmediatamente su mano del pecho de él. La sangre se filtraba por la gasa envuelta alrededor del pecho del hombre. Ella de repente entró en pánico. “Lo siento... lo siento, estaba siendo demasiado ruda. Debería llamar al médico ahora mismo”, dijo ella.

Ella se levantó inmediatamente y salió corriendo de la sala. Simon ni siquiera tuvo la oportunidad de detenerla.

Sharon llamó rápidamente al médico y el médico examinó la herida de Simon. La herida se había abierto un poco, pero estaría bien después de volver a vendarla. “¿Por qué fuiste tan descuidada?”, preguntó el médico con una mirada de perplejidad en su rostro.

“Todo es mi culpa. Toqué accidentalmente sus heridas”, dijo Sharon. Ella bajó la cabeza como si hubiera hecho algo malo.