Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 221

El médico no siguió interrogándola. Después de vendar la herida de Simon, le recordó a ella: “La herida no se puede abrir de nuevo”.

“Entendido. Lo cuidaré con atención”, respondió Sharon de inmediato.

Después de que el médico se fue, ella se disculpó con Simon una vez más. “¿Aún te duelen las heridas?”, preguntó ella.

“Duele...”. Simon curvó los labios. Había una expresión indescifrable en su rostro. “¿No deberías darme alguna forma de compensación?”, preguntó él.

“¿Qué tipo de compensación quieres?”.

La mirada que él había fijado en ella se ensombreció levemente. “Quiero que me cuides hasta que mi herida se recupere”, le dijo.

Él se había lastimado a causa de ella, así que no era mucho pedirle. De hecho, era su obligación hacerlo.

Sharon asintió sin pensarlo dos veces. “Está bien, te cuidaré”. Ella estuvo de acuerdo.

Al principio, ella tenía la intención de ser dada de alta del hospital ese día, pero parecía que tenía que quedarse en el hospital por más tiempo.

Franky Zimmer todavía los esperaba junto a ellos. Había estado ahí por un tiempo. Sharon se sintió un poco avergonzada, ya que él no había podido informarle nada a Simon. Por lo tanto, se dio la vuelta y le dijo: “Franky, puedes decir lo que quieras ahora. El médico le dijo que descansara más tarde”.

Ella asumió rápidamente el papel de cuidadora de Simon.

Franky la miró. Le resultó difícil empezar a hablar con ella en la habitación.

“¿Es esto algo que no debería escuchar? En ese caso, saldré”, dijo ella, dándose la vuelta para salir.

“Está bien, no necesitas salir”, expresó Simon mientras le indicaba a Franky que le contara todo. Ella era su esposa. No había nada que ella no pudiera oír.

Si ese fuera el caso, si ella no hubiera cometido un error mientras conducía esa vez, ¿las personas que la siguieron habrían causado un accidente automovilístico, de todos modos?

¿Sabían esas personas que Simon también estaba en el coche?

Una expresión desagradable se formó en su rostro mientras sus manos y pies se enfriaban. Su mirada estaba llena de un pánico inconcebible.

El momento en que el Gerente Cook fue atropellado y asesinado por un coche volvió a aparecer en su mente. Sally Luke era quien quería lastimarla en ese entonces. Sin embargo, el Gerente Cook había sufrido la peor parte en lugar de ella. Esta vez, ¿podría ser Sally Luke de nuevo?

En ese momento, alguien la agarró de la mano. Una ráfaga de calor se apoderó de su mano, disipando la frialdad de su cuerpo.

Ella levantó la cabeza para encontrarse con la mirada tranquila y sombría de Simon. Parecía que este hombre ante ella podía calmarla instantáneamente y quitar todo el miedo y el pánico de su corazón.

Mientras ella estaba abrumada por la conmoción, Simon ya le había asignado a Franky las tareas que tendría que hacer. Tras eso, Franky salió de la habitación. Con eso, ambos se quedaron solos en la sala una vez más.