Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 260

“Te estoy despidiendo por tu propio bien. Eugene es un animal de sangre fría que nunca es amable con las mujeres. Debes dejarlo lo antes posible para que puedas salvar tu propia vida”. Jim parecía como si estuviera haciendo esto por el bien de ella.

Sharon comenzó a sospechar que el Eugene que conocía no era la misma persona de la que hablaba el presidente Jim.

¿Un animal de sangre fría? Le costaba creer que Eugene, un elegante caballero, fuera una persona de sangre fría.

Jim debe estar hablando mal de Eugene deliberadamente para echarla.

“Este es todo el consejo que te daré. Date prisa y vete”. Jim se dio la vuelta y entró en el ascensor.

Su arrogante asistente también le hizo un gesto con la mano. “Vete ahora”.

“Tú...”. Ella vio cómo las puertas del ascensor se cerraban y el insufriblemente arrogante Jim desaparecía detrás de ellas. Ella estaba furiosa. ¿Cómo era posible que este tipo fuera el hermano de Eugene?

Ella miró sus cosas que estaban esparcidas por el piso y se sintió preocupada.

¡Esta fue la primera vez que la despidieron por una razón tan ridícula!

Al principio, pensó que la habían despedido por su relación con Simon, pero en ese momento se volvió evidente que no era el caso.

Después de un tiempo, Sharon recibió una llamada de la secretaria de Simon diciéndole que fuera a encontrarse con Simon.

Simon y su abogado estaban dentro de la habitación privada del gabinete de abogados.

En el momento en que Sharon entró, vio al hombre sentado en el sofá individual con las piernas cruzadas. Había un cigarrillo encendido entre sus dedos huesudos.

La habitación estaba llena de olor a humo, y había algunas colillas de cigarrillos apagadas en el cenicero.

Ella no podía soportar el olor asfixiante del humo, así que no pudo evitar toser un par de veces. ¿Por qué fumaba tanto sin motivo?

El cuero cabelludo de Sharon se entumeció después de ser mirada de esa manera. ¿Por qué no estaba hablando? ¿Estaba admitiendo esto de manera tácita?

“¿Qué tiene que ver contigo si lo estoy o no? ¿No dijiste que mi batalla con él en el mundo de los negocios no es asunto tuyo?”, dijo él rotundamente después de un largo rato.

Era cierto. Ella había dicho algo así en el pasado, pero solo estaba diciendo que no estaba trabajando en la oficina de Eugene porque estaba teniendo una aventura con él.

“Oh, lo olvidé, fuiste despedida. ¿Es porque Eugene no está aquí y ya no puede protegerte, por eso te preocupa que no pueda manejar la crisis?”. Los delgados labios de Simon se curvaron cínicamente.

Sharon se sorprendió un poco. “¿Cómo sabes que me despidieron?”.

Ella fue despedida por la mañana y él ya lo sabía por la tarde. Se enteró tan rápido. ¿Acaso contrató a alguien para que la vigilara?

“¿Le pediste a Jim que me despidiera?”. Ella no pudo evitar sospechar de él.