Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 259

Cuando él estaba a punto de colgar, la mujer dijo con pánico: “¡Espera, tengo algo que decir!”.

“¡Dime entonces!”.

Aunque estaban hablando por teléfono, cuando la mujer escuchó la voz grave y fría de ese hombre, pudo imaginar lo fría que era la expresión del hombre. Incluso sintió un indicio de la amenazante opresión del hombre.

Ella respiró hondo y, después de recuperarse, dijo: “Quiero verte”.

“Estoy ocupado”. Él ni siquiera lo pensó antes de rechazarla.

A ella le preocupaba que volviera a colgar el teléfono, así que dijo rápidamente: “¿No querías divorciarte de mí? Si vienes a verme, firmaré los papeles”.

El hombre no dijo nada. Los dos se quedaron en silencio y ella pudo oír la respiración ligera del hombre por el teléfono.

El silencio, sin duda, apretó las fibras del corazón de Sharon. ¿Volvería a rechazarla?

El hombre finalmente dijo: “Le pediré a mi asistente que programe un tiempo”. Después de decir eso, colgó el teléfono directamente.

Sharon no tuvo la oportunidad de decir una palabra más. Se quedó mirando su teléfono y pensó: ‘¿De verdad está tan ocupado?’.

‘¿Está ocupado peleando con Eugene en el mundo de los negocios?’.

Él dijo que le pediría a su asistente que arreglara un tiempo. ¿Significaba que le estaba pidiendo que esperara y que solo la vería cuando tuviera tiempo?

Je... solo verlo ya se había convertido en una tarea difícil. ¡Este hombre era tan irracional!

Sharon no pudo evitar maldecir furiosamente al hombre mientras miraba su teléfono para liberar la ira que se estaba acumulando en su pecho.

Lo que sucedió después fue lo que realmente le dio dolor de cabeza. La despidieron sin motivo alguno y tuvo que empacar sus cosas y marcharse de inmediato.

Bajo las miradas de lástima de sus colegas, ella empacó rápidamente sus cosas y se fue con sus grandes cajas.

Ella pensó que había encontrado una buena compañía donde podría lograr algo, pero no esperaba ser despedida cuando recién comenzaba. Ella tenía muy mala suerte.

“Presidente Jim, ¿verdad? Soy Sharon Jeans del departamento de diseño y tengo una pregunta. Ni siquiera lo conozco y no lo ofendí, así que, ¿por qué me está despidiendo?”. Sharon miró directamente al hombre. Si era honesta, ella no veía ningún parecido entre Eugene y su hermano.

Cuando Jim escuchó eso, miró a la mujer frente a él de arriba abajo. “¿Eres Sharon Jeans? ¿La empleada a la que mi hermano está cuidando con particularidad?”.

Se detuvo un rato antes de continuar: “Oh, no, debería decir la empleada desvergonzada que quiere seducir a mi hermano”.

Sharon casi se cae al suelo cuando escuchó esto. ¿Cuándo se había convertido en la empleada que quería seducir a Eugene?

¿Quizás Eugene la había estado cuidando demasiado en la oficina y ella no era consciente que corrían rumores sobre ella?

Después de examinar a la mujer frente a él, Jim resopló cínicamente. “Solo eres una mujer normal y tienes una figura muy terrible. Ni siquiera sé cómo tienes la confianza para seducir a Eugene”.

¿Quién era este desgraciado para juzgar su apariencia? ¡Qué grosero!

Ella apretó los puños y, después de respirar profundamente, hizo todo lo posible por decir con calma: “Nunca lo seduje. ¡No creas todas esas tonterías! Además, no hice nada malo, así que, ¿por qué me despediste?”.