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Sharon se acostumbró rápidamente al trabajo de ese lugar. De hecho, este trabajo no era muy agotador. Ella era la responsable del almacenamiento y la colocación de los vestidos de novia en la tienda, lo que hacía todos los días.
Por lo general, los clientes que iban a esa tienda preferían hablar con un diseñador que se especializara en vestidos de novia hechos a la medida. Ella solo necesitaba presentarlos mientras anotaba los requisitos de los clientes desde un lado.
No había muchos empleados en la tienda. Solo había cuatro personas, incluyéndola. Los demás eran empleados antiguos, pero todos tenían aproximadamente la misma edad, por lo que era fácil llevarse bien con ellos.
Como de costumbre, ese día no habían acudido muchos clientes a su tienda, por lo que todos tenían un poco de tiempo libre.
“Oye, ven y lee este artículo de noticias. ¡El hombre de la foto es el presidente Zachary!”.
"¿Dónde? Déjame ver…".
Sharon estaba arreglando el vestido en el maniquí cuando de repente escuchó al compañero a su lado emocionarse mientras miraba su teléfono.
Cuando ella escuchó el nombre de Simon, se congeló. Algo brilló en sus ojos, pero ocultó el cambio anormal con la misma rapidez.
“¡Es el presidente Zachary! Todos dicen que es de muy bajo perfil y que no le gusta hacer entrevistas, por lo que esos reporteros no se atreven a tomarle fotos de manera imprudente. ¿A qué se debe este honor el día de hoy?".
“Sharon, ven a mirar. ¡Este es el hombre más guapo que he visto en mi vida!", la llamó Lily.
Sharon seguía inclinando la cabeza para arreglar el vestido y no estaba interesada en absoluto. Sabía cómo era ese hombre, incluso si cerraba los ojos. Dios ciertamente le había dado una apariencia hermosa y una buena familia, pero ¿qué tenía que ver todo esto con ella?
Él ya no era más que el padre del hijo de ella.
"Vayan ustedes a verlo, todavía tengo que terminar de ordenar aquí".
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