Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 305

El líder del grupo volvió en sí. Él estaba intimidado por el comportamiento de Simon, pero no iba a ceder. “Esto es asunto de la familia Newton, presidente Zachary. Por favor, no interfiera”.

Sharon se sorprendió cuando escuchó eso.

‘¿La familia Newton?’.

‘¿Es ese Segundo Joven Amo de la familia Newton?’.

‘He oído que Eugene tenía tres hermanos mayores. ¿Es el Segundo Joven Amo su segundo hermano mayor?’.

‘No conozco a su segundo hermano mayor y nunca lo había visto antes. ¿Por qué me está secuestrando?’.

‘La última vez, su tercer hermano mayor, Jim, me había despedido sin razón, y ahora su segundo hermano mayor quiere secuestrarme. ¿La familia Newton tiene algo en mi contra?’.

Simon estaba impasible. “No me importa si es un asunto de la familia Newton, pero tengo que interferir si esta mujer está involucrada”.

En otras palabras, no iba a permitir que los hombres se llevaran a Sharon.

“Perdonenos, presidente Zachary”. El líder del grupo hizo un gesto con la mano. A excepción de los dos hombres que sostenían a Sharon, los otros hombres se precipitaron hacia Simon.

Sharon estaba preocupada. “¡Cuidado!”.

Simon, Franky y el conductor eran solo tres personas y había cuatro oponentes. ¿Podrían encargarse de los hombres?

Sus preocupaciones resultaron infundadas. Ella no esperaba que Simon fuera un luchador entrenado. Franky y el conductor eran igual de hábiles, y pronto sometieron a los hombres de negro.

¡Sharon quiso dar un suspiro de alivio cuando de repente vio al líder del grupo sacar un cuchillo afilado y atacar a Simon por la espalda!

“¡Cuidado, detrás de ti!”, gritó ella mientras sus ojos se abrían de par en par.

Simon estaba enzarzado en una pelea con un hombre de negro, por lo que no se dio cuenta de lo que sucedía detrás de él y no esperaba que alguien se le acercara sigilosamente. Cuando escuchó la advertencia de Sharon, pateó al hombre de negro frente a él y se dio la vuelta rápidamente, pero era un poco tarde y el cuchillo ya estaba cayendo sobre él.

Por reflejo, Simon levantó el brazo para bloquearlo. El cuchillo trazó una línea en su brazo, y sangre fresca manchó instantáneamente su camisa de rojo.

“¡Simon!”. A Sharon casi se le sale el corazón de su pecho. Luchó con todas sus fuerzas, pero los hombres de negro no la soltaron.