Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 313

Simon no esperaba que su hijo dejara escapar la verdad. Frunció el ceño, pero no culpó al niño, su rostro permaneció sereno.

Inicialmente, había pensado en contárselo a Sharon él mismo.

Él se encontró con la mirada de Sharon que brillaba con sospecha y pensó: ‘Parece que ella no le cree’.

“Bueno, Presidente Zachary, usted es un gran c*brón, ¿no es así? Ya estás comprometido con otra mujer, pero no planeas casarte con ella. ¿Estás pensando en lastimar a otra mujer?”.

Riley también estaba sorprendida. ¿Quién hubiera pensado que el hombre en realidad no estaba planeando casarse?

‘¿Lo está haciendo por el bien de Sharon?’.

‘Tiene miedo de que otros hombres puedan engañar a Sharon nuevamente, así que intencionalmente dijo esas cosas’.

“Mami, Papi solo quiere casarse contigo”. El niño agarró la mano de su madre y comenzó a actuar como embajador de su padre.

En ese momento, Sharon tenía sentimientos encontrados y de repente no pudo encontrar las palabras correctas.

Además, era su hijo quien había estado hablando todo este tiempo, mientras que Simon no había dicho nada. Tal vez era el niño pequeño quien quería que volvieran a estar juntos, por lo que terminó diciendo esas cosas con otros motivos en mente. Sharon no podía creer las palabras de su hijo al pie de la letra.

Al ver que no estaban haciendo un sonido, el niño fue a tirar de la mano de su padre. “Es cierto, ¿verdad, Papi?”.

Los ojos profundos de Simon estaban mirando a Sharon. “¿Estás dispuesta a esperarme?”. Él terminaría la relación cuando todo estuviera resuelto.

Sharon levantó la cabeza y se encontró con su mirada ardiente, su corazón bombeaba erráticamente sin que ella se diera cuenta. Casi pierde el agarre al mirar los ojos negros del hombre.

“Yo...”.

Un teléfono sonó interrumpiendo el discurso de Sharon.

Riley también quería ver en silencio cómo se desarrollaba la escena, pero alguien que obviamente no estaba al tanto de la emocionante situación aquí la estaba llamando de repente en este momento. Se sintió avergonzada y dejó escapar un estallido de risa seca. “Es mi teléfono...”.

En ese momento, Sharon salió de su trance y se golpeó la frente, molesta. Hace un momento, realmente se había perdido en sus pensamientos por un tiempo y casi se confundió por su hijo y Simon.