Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 317

Entonces, ¿quién le envió este mensaje de texto?

Sus ojos se hundieron ligeramente mientras anotaba el número. Luego, se lo envió a Franky para que lo investigara.

Luego, borró el mensaje por ella. De todos modos, no era necesario guardar este tipo de mensajes no deseados.

Mientras tanto, había un coche estacionado en la calle no lejos del apartamento. Había estado allí desde que Sharon siguió a Simon al apartamento hace un rato.

En el interior del coche, Howard estaba mirando fríamente la puerta del apartamento. Era tarde en la noche e incluso había dejado de llover, ¡pero Sharon no había salido de allí después de entrar!

¿Estaba planeando pasar la noche? ¿Estaba planeando pasar la noche en el apartamento de su tío?

Un hombre y una mujer quedándose juntos en un espacio privado. ¿Quién les creería si dijeran que no hicieron nada?

¡Parecía que ella se había negado a volver con él porque aún estaba involucrada con su tío!

La ira consumía su pecho, así que había enviado ese mensaje de texto con una rabia altísima. Quería recordarle que no jugara con fuego o podría quemarse. Su tío no podía darle ningún futuro, así que ella simplemente estaba cortejando la humillación de esta manera.

Al igual que antes, nunca recibió respuesta al mensaje que envió.

Howard miró fijamente el edificio del apartamento de una manera helada. ‘¡Sharon Jeans, nunca dejaré que vuelvas con mi tío!’.

El sonido del coche arrancando repentinamente fue particularmente fuerte en la noche silenciosa. Tan pronto como Howard pisó el acelerador, el coche aceleró inmediatamente hacia adelante.

En la mañana, Sharon se levantó temprano y le preparó el desayuno a su hijo. Por supuesto, tenía que preparar tres porciones para todos.

Los tres habían dormido juntos anoche. Al principio pensó que no estaría acostumbrada, pero había dormido profundamente. ¿Quizás era porque su hijo estaba a su lado?

En ese momento, Sharon y su hijo estaban desayunando en el comedor mientras Simon hablaba con alguien en el estudio. Estaba tan ocupado como una hormiga tan temprano en la mañana.

Al ver la apariencia de Simon, Penelope tiró las pequeñas manos a un lado y soltó al niño. Ella señaló a Sharon y le preguntó con su voz fría: “¿Qué tal si empiezas por darme una explicación? ¿Por qué esta mujer desvergonzada pasa la noche aquí?”.

“Ella es mi Mami. Ella no es una mujer desvergonzada. ¡Es natural que mi mami y mi papi estén juntos!”. Sebastian estaba ahora de nuevo en los brazos de su madre mientras le reclamaba a Penelope con enojo.

Penelope pensó que era indigno de ella lidiar con un niño pequeño. Ella miró fijamente a Sharon con frialdad y apretó los dientes, diciendo: “Eso significa que sí dormiste aquí anoche. E incluso te acostaste con Simon, ¿verdad?”.

Las cejas de Sharon se fruncieron ante sus palabras, su mejilla aún escocía y dolía. Justo cuando estaba a punto de hablar, su hijo intervino: “¿Y qué si mi mami y mi papi durmieron juntos? ¿Qué tiene que ver contigo?”.

“¡Qué desvergonzada!”. Penelope levantó la mano con ira y estaba a punto de darle otra bofetada a Sharon cuando Simon agarró su mano.

“No vuelvas a tocarla, Penelope”. La voz de Simon sonaba fría y severa.

Penelope volteó la cabeza hacia él y lo miró con furia mientras decía de manera indignada: “¿Por qué no? ¿Ni siquiera se me permite golpearla ahora? Te has divorciado de ella y, sin embargo, aquí está, viniendo descaradamente a molestarte. Si no le das una lección a este tipo de mujeres, ¿cómo podrían dejarte en paz?”.