Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 321

“¿Boda? ¿Qué boda?”. Sharon lo miró con una expresión desconcertada. Ella honestamente se preguntaba si los nervios de su cerebro se habían quemado.

Los ojos de Howard se iluminaron y fue como si se hubiera vuelto loco. “Si prometes volver a estar conmigo, Shar, tendremos una boda de inmediato. Una gran boda, o cualquier boda que tengas en mente, te la prometo”.

“¿Quién diablos te dijo que quiero casarme contigo?”. Sharon estaba completamente desconcertada. Luego, agregó: “Además, ¿Sally estará de acuerdo en que tengas otra boda?”.

“Me he divorciado de ella, así que no hay necesidad de preocuparse por ella. Puedes convertirte en mi novia con total tranquilidad”.

¡Sharon se sorprendió de que se hubiera divorciado de Sally! ¿No eran sus acciones un poco precipitadas?

Además... ¿Sally aceptó divorciarse de él tan fácilmente?

“¿Qué piensas, Shar? ¿Quieres estar juntos?”. Howard se acercó para abrazarla.

Sharon inmediatamente volvió a la realidad y apartó sus manos de un golpe. Ella lo miró fijamente a la defensiva y se negó fríamente. “¡De ninguna manera! No me importa si estás divorciado o no, Howard. Nunca volveré a estar contigo. No tengo sentimientos por ti, ¿entiendes?”.

“Entonces, ¡¿tienes sentimientos por mi tío?!”. Una vez que Howard fue rechazado, gritó violentamente de vergüenza e ira.

“...”.

“También puedo ofrecerte todo lo que él te ha prometido. Una vez que me haga cargo del grupo, te convertirás en la esposa del Presidente. Incluso puedo darte la boda que él no te dio. ¿Qué más podrías pedir?”.

Su apariencia feroz era algo aterradora, y Sharon sintió que él se estaba volviendo cada vez más irracional.

“Tú y yo, no tenemos una conexión. No quiero ser la esposa del Presidente y no me casaré contigo. Por favor, date por vencido”.

Ella pasó junto a él para irse, pero él la agarró de nuevo mientras la reprendía ferozmente: “¿Deseas tanto ser la amante de mi tío?”.

“Yo...”. La ira estaba subiendo a su cabeza; debió darle una bofetada en la cara en ese mismo segundo. Sin embargo, ella reprimió su rabia y deliberadamente se rio entre dientes. “Tienes razón. ¡Prefiero ser una amante que estar contigo de nuevo! ¡Nunca olvidaré el hecho de que tu madre mató a mi padre!”.

Sharon se acercó y pudo oír a la mujer suplicando con voz ahogada: “Por favor, déjame verlo. De verdad tengo un asunto urgente...”.

“Lo siento mucho, Señorita Thompson. El Presidente Eugene nunca accederá a verte. Es mejor si te vas”.

Así que, ella estaba aquí para ver a Eugene...

Sharon no pudo evitar caminar allá y preguntar: “¿Qué está pasando, Wyatt? ¿Esta dama quiere ver al Presidente Eugene?”.

Cuando Wyatt la vio, su expresión se volvió algo nerviosa. Rápidamente respondió: “No es nada. Es solo un pequeño asunto personal. Yo me encargaré”.

Él se apresuró a apartar a la mujer de nuevo. “Por favor váyase, Señorita Thompson. Deja de intentar molestar al Presidente Eugene”.

Sin embargo, ella no solo no se fue, la mujer corrió directamente hacia Sharon.