Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 336

Sharon y el hombre se miraron el uno al otro dentro del coche. La sonrisa en sus labios se estaba volviendo rígida. Ella le había explicado las cosas, pero ¿ni siquiera le estaba prestando atención?

Quizás todavía estaba insatisfecho con su explicación.

Ya no pudo mantener la sonrisa en su rostro, y el hombre finalmente dijo: "¿Entonces estás diciendo que te he acusado erróneamente? ¿Que simplemente estás tratando de ocultar nuestra relación por el bien de nuestro futuro? ¿Es así?".

"Por supuesto. Algunas cosas no están destinadas a ver la luz del día, por lo que debemos mantener un perfil bajo".

El rostro de Simon seguía serio. Él levantó su barbilla y dijo: “Sharon, nuestra relación no se mantendrá en la oscuridad para siempre. ¿Lo sabes, no?".

"Lo sé. Solo finge que es como cuando nos casamos. Era un matrimonio oculto, pero seguía siendo legal".

Su expresión se suavizó un poco cuando escuchó sus palabras. Sin embargo, su corazón todavía estaba un poco impactado. "¿Cómo vas a compensarme esta vez?".

¿Compensarlo? ¿Qué hizo mal ahora?

¡Siempre encontraba excusas para que ella le compensara algo!

Ella miró el rostro hermoso del hombre y dudó un poco cuando dijo: "¿Qué tal si te hago la cena?".

"Trato hecho", aceptó con bastante rapidez.

¿Acaso Simon siempre fue tan fácil de convencer? ¿Una comida era suficiente para apaciguarlo?

"Por cierto, me preguntaba si podrías ayudarme con algo".

"¿Qué sucede?". ¿Por qué seguía siendo tan cortés con él?

Sharon lo pensó y continuó: “Parece que tienes muchos guardaespaldas contigo. ¿Puedes dejarme uno o dos para que me sigan en secreto?”.

Simon frunció el ceño. "¿Tienes a alguien persiguiéndote?". Si no era por esto, ¿por qué necesitaría guardaespaldas?

Sharon no podía ver sus rostros con claridad ya que llevaban pasamontañas negros que cubrían la mitad de sus rostros. Sin embargo, podía ver en sus ojos que eran unos matones violentos.

"¿Qué quieren? ¿Quién los envió?". Sharon los miró fijamente y gruñó.

Los matones probablemente no esperaban que ella estuviera tan tranquila. La chica no solo no tenía miedo, ¡incluso se atrevió a cuestionarlos!

El rufián de mayor tamaño se burló de ella y dijo: "¡Pronto lo descubrirás!". Tan pronto como dijo esto, los dos se prepararon para abalanzarse sobre ella.

"¡Ack!".

Inmediatamente después, los sonidos de gritos sangrientos resonaron en el estacionamiento. Sin embargo, estos sonidos no eran de una mujer, sino de los hombres.

Sharon se cruzó de brazos y miró a los dos hombres que estaban sometidos en el suelo, medio sonriendo mientras decía: "Si hubieras respondido a mi pregunta honestamente, entonces no estarías sufriendo tanto dolor en este momento".

Los guardaespaldas de Simon rápidamente hicieron papilla a los dos. Incluso pisaron el pecho de los matones, haciéndolos incapaces de volver a levantarse.