Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 418

En la oscura sala de estudio, el abuelo y el nieto estaban en una confrontación silenciosa. La atmósfera se volvió aún más apagada.

Incluso desde la distancia, Eugene podía sentir el aura áspera que emanaba de su abuelo.

Siempre supo que a pesar de que su abuelo era mayor, su crueldad no había disminuido en lo más mínimo. Sabía que este anciano había matado una vez a sus hermanos para ocupar el cargo de jefe de la familia Newton.

Después de un largo rato, Quinn sonrió con frialdad. “A mi edad, ¿cuánta sangre crees que ha teñido mis manos? Asesinar a una persona más no haría ninguna diferencia”.

“Siempre y cuando pueda despejar los obstáculos por ti, incluso si mis pecados son graves, ¡no importa si muero y me voy al infierno!”.

Las manos de Eugene que colgaban a sus costados estaban apretadas con fuerza. “¡Abuelo, ella es inocente!”.

“Si ella es de verdad inocente, ¡no habrías tomado la iniciativa de disculparte en su lugar la última vez!”, gritó Quinn con frialdad.

Las palabras de Eugene se atascaron en su garganta mientras desafiaba la mirada del anciano nuevamente.

Esto se debía al último incidente.

Una vida humana estuvo involucrada en el último incidente. En la perspectiva de su abuelo, Sharon debería ser la que se disculpara en público y también debería sacrificarse por el bien del grupo, pero Eugene se llevó la peor parte por ella.

Sin lugar a dudas, él tenía motivos egoístas al hacer eso por Sharon, pero no porque tuviera algún tipo de relación con ella.

Había otra razón para que él la protegiera. Ella había sido incriminada en ese incidente, y él más tarde descubrió quién estaba detrás de esto.

Sin embargo, ya no podía meterse con esa persona.

Al verlo permanecer en silencio por un rato, Quinn se burló: “¿Por qué no estás diciendo nada? ¿O no tienes nada más que decir?”.

Eugene respiró hondo, bajó la mirada y dijo solemnemente: “Abuelo, puedo jurar que no hay nada entre nosotros. Ella es solo una forastera inocente. No tendré ningún contacto con ella en el futuro, ¡así que déjala en paz!”.

La mano que sostenía el teléfono se apretó y Quinn miró a Eugene con fría sospecha. “¿Crees que la perdonaría con una excusa tan absurda?”.

Eugene respiró hondo. Como las cosas ya habían llegado a estas alturas, había algunas cosas que tenían que decirse. De lo contrario, Sharon de verdad moriría.

“Abuelo, ella es parte de la familia Newton. Ella es Sienna, quien ha estado desaparecida durante muchos años; mi hermana y tu nieta”.

La mano envejecida de Quinn casi perdió el control del teléfono. Sus ojos miraron fijamente a Eugene, y su voz ronca se volvió más baja y fría. “¿Qué dijiste? ¡Dilo de nuevo!”.

“Dije que ella es Sienna Newton, mi hermana”, repitió Eugene mientras lo miraba a los ojos.

Hubo un silencio mortal de nuevo. Quinn agarró el teléfono con fuerza y ​​no lo soltó, pero un pequeño temblor fue vagamente visible.

En un instante, puso el teléfono de vuelta en su sitio sin marcar el número y clavó los ojos en Eugene.