Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 421

Sin embargo, ella no recordaba haberlo visto alguna vez.

Además, este anciano lucía realmente aterrador. Una mirada más a él probablemente le daría pesadillas por la noche.

Quinn la miró y preguntó abruptamente: “¿El colgante de jade es tuyo?”.

“¡Por supuesto que es mío!”. ¿Qué quería este anciano?

Quinn la miró fijamente por otro momento antes de gritar: “¡Doctor Warner, venga!”.

Un doctor con bata blanca y un botiquín médico entró y lo saludó respetuosamente: “Viejo Amo Newton”.

¿Viejo Amo Newton?

Los ojos de Sharon se abrieron de par en par de repente mientras se fijaban en el anciano sin parpadear. ¿Podría ser el abuelo de Eugene Newton?

Antes de que pudiera hacer cualquier pregunta, Quinn le ordenó al doctor: “Ponte a trabajar”.

“Sí”. El doctor Warner abrió el botiquín y sacó la jeringa del interior.

Sharon estaba horrorizada. “¿Qué me vas a hacer?”. No iban a experimentar en ella, ¿verdad?

¿Iban a usar la jeringa para inyectarle algo? ¿Drogas? ¿Veneno?

Sin importar lo que fuera, ¡la iba a matar, de todos modos!

“Viejo Amo Newton, ¿sabe Eugene que está haciendo esto?”, preguntó Sharon con enojo mientras entraba en pánico.

Quinn la miró de reojo y resopló con frialdad en vez de responder. Obviamente, la había secuestrado a espaldas de Eugene.

Luego, el doctor se acercó a ella con una jeringa.

“¿Qué estás haciendo? Eres un doctor. Se supone que debes salvar a las personas, no lastimarlas”. Ella trató de convencer al doctor de que no siguiera las órdenes del villano, pero claramente fue en vano.

Ella no podía moverse. Tres personas la sostenían firmemente y no le daban la oportunidad de resistirse en absoluto.

“Solo estoy sacando un poco de sangre. No te hará daño”, dijo el doctor amablemente.

¿Sacar sangre? La sangre era lo más preciado para un ser humano, especialmente para una mujer. ¿Cómo se atrevía a decir que no le haría daño? ¿Quién creería sus tonterías?

Sharon estaba un poco feliz. ¿Simon había ido a rescatarla?

Quinn estaba inexpresivo, pero una mirada fría apareció en sus ojos. “¿La liberación de quién? ¡Ella solo puede quedarse aquí ahora!”.

¿Este anciano aún se negaba a dejarla ir a pesar de que le había extraído sangre?

“Pero trajo a mucha gente con él. Viejo Amo, debería echar un vistazo afuera”.

“Anciano, me secuestraste y me mantienes atrapada. ¿Sabes que estás infringiendo la ley?”. Sharon no pudo evitar decir esto con enojo.

Quinn resopló con desdén. “¡Yo soy la ley aquí!”.

Tan pronto como terminó de decir esto, hubo un fuerte estruendo afuera.

“¿Qué está pasando?”. El viejo rostro de Quinn cambió.

“Oh no, ¿hay una pelea afuera?”, preguntó Kelly con el ceño fruncido.

“¡Vayan y echen un vistazo!”. Quinn se volteó para irse, pero de repente pensó en algo y añadió: “¡Tráiganla con ustedes!”.