Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 445

“Los hermanos tampoco pueden ver a la novia. Si tienes algo importante que decir, dilo a través de la puerta. Si no, ve y siéntate afuera".

"Shar, tengo algunas cosas que decirte en persona", dijo Eugene directamente.

Riley estaba a punto de rechazarlo de nuevo, pero Sharon dijo: "Déjalo entrar".

"¡Shar, vas en contra de las reglas!".

"Él es mi hermano".

"¿Qué hermano? No es tu hermano bio...".

Sharon no podía explicarle nada a Riley por el momento. Se levantó para abrir la puerta mientras levantaba su vestido de novia.

"Está bien, no te muevas, yo lo haré". Riley no pudo ganar contra ella.

Cuando Eugene entró y vio a Sharon con el vestido de novia blanco, quedó deslumbrado. No esperaba que su hermana menor, a quien acababa de conocer, se casara tan pronto.

Los dos se miraron sin decir una palabra. El ambiente en la habitación era un poco extraño.

Riley no podía entender lo que estaba pasando con ellos, así que les recordó: “Eugene, si tienes algo que decir, solo escúpelo. No puedes quedarte aquí por mucho tiempo".

"Por favor, sal un momento". Eugene se mantuvo educado y cortés, pero esta declaración salió un poco grosera.

“¿Quieres que salga? ¿Conoces las reglas…?”. Riley casi se abalanzó sobre él con ira.

Antes de que pudiera terminar sus palabras, Eugene la empujó fuera de la habitación y cerró la puerta.

"¡Eugene, estás loco!". Riley llamó a la puerta desde afuera.

Como novia, Sharon no detuvo el comportamiento de Eugene y tampoco le importaba si cumplía con las reglas tradicionales de la boda o no. Esto se debía a que sabía que él no la lastimaría.

"¿Qué quieres decirme?". Sharon lo miró directamente. Después de todo, no deberían haberse vuelto a encontrar. Después de todo, ella lo había jurado delante del Viejo Amo Newton.

Sharon sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas. Sintió un nudo en la garganta mientras se apresuraba a desviar la mirada.

Si ella lo reconocía como hermano mayor, él definitivamente le cumpliría todos sus caprichos como a una princesita.

Se suponía que esto era un regalo que le daría durante su primer encuentro, pero le había dado un diamante rosa del tamaño de un huevo de paloma.

“Shar, lo siento. Has sufrido mucho todos estos años". Eugene suspiró. "En cualquier caso, te vas a casar hoy, así que no hablemos de esto".

Él frunció el ceño de inmediato. "Aunque no estoy de acuerdo con que te cases con Simon, si te gusta, no tengo derecho a detenerte, pero hay una cosa que quiero decirte...".

Su expresión de repente se volvió seria. "Puedes casarte, pero no puedes tener hijos con él".

La respiración de Sharon se volvió pesada y ella lo miró de repente. "¿Por qué no?".

A decir verdad, él no tenía derecho a opinar al respecto de su deseo de tener hijos con Simon, ¿verdad?