Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 448

Sharon permaneció inmóvil, lo que provocó que los invitados comenzaran a susurrar entre ellos.

Simon estaba de pie en el otro extremo de la alfombra roja mientras la miraba fijamente. Sus ojos profundos y agudos adquirieron una mirada sombría. ¿Esta mujer estaba demasiado nerviosa para acercarse a él?

Justo cuando él estaba contemplando caminar hacia ella y llevarla él mismo al altar, ella finalmente hizo un movimiento.

La mente y el corazón de Sharon estaban en completo caos en ese momento. La razón por la que comenzó a caminar fue porque Riley la había empujado directamente a la alfombra roja, lo que la hizo avanzar.

Sus manos, que sostenían su ramo, estaban sudando mientras caminaba lentamente hacia el hombre de aspecto noble. A lo largo de esto, ella escuchó continuamente la admiración y exclamación de los invitados llenando sus oídos.

El vestido de novia que llevaba era demasiado deslumbrante, especialmente en lo que respecta a los miles de pequeños diamantes salpicados en la cola. Brillaban como una galaxia de estrellas.

La distancia entre ambos extremos de la alfombra roja no era tan grande, pero Sharon sintió que le había tomado un siglo llegar a Simon.

Sin embargo, finalmente estaba de pie frente a él. Cuando la esbelta y ancha mano del hombre se extendió frente a ella, su corazón comenzó a latir fuertemente.

Todavía podía ver al hombre apuesto y elegante frente a ella a través de su velo. Él no solo era guapo y noble, también resultó ser inexplicablemente deslumbrante y excepcional.

Sería un gran honor ser su esposa.

En el pasado, habían estado dispuestos a dar todo el uno por el otro, y ambos también sabían lo difícil que había sido para ellos finalmente unirse y convertirse en marido y mujer ese día.

¿Cómo soportaría herir a un hombre tan perfecto?

Simon se estiró para tomarle la mano cuando vio que ella no se movía. La llevó a su lado y le susurró: "¿Estás demasiado nerviosa, mujer?". Si este no fuera el caso, ¿por qué se vería tan aturdida?

Cuando miró a los profundos ojos negros del hombre, Sharon sintió que el peso de su pecho se hacía cada vez más pesado.

"Yo…".

"Estoy aquí contigo, ¿por qué estás tan nerviosa?". El hombre se elevó sobre ella con una mirada divertida en su rostro mientras le sostenía la mano con fuerza.

Ella podía sentir el calor de la palma de la mano del hombre y de repente sintió ganas de llorar. Tenía miedo de perder algún día esta calidez.