Resumo de Capítulo 447 – Ten cuidado, mi papá CEO por Internet
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La voz del hombre era muy profunda. Parecía sentirse muy impotente al respecto. En su mente, la única forma de acabar con esta maldición era dejar de tener hijos.
Él había visto a su madre volverse loca. No podía olvidar la trágica escena hasta ese día, pero a pesar de esto, no había podido salvar a su madre.
Ella se había vuelto loca y nadie pudo salvarla.
Sharon todavía seguía inmovil. Él no sabía si ella escuchó lo que dijo.
Eugene estaba bastante desconsolado cuando la vio así. Sin embargo, tenía que darle esta información.
Él le dio unas palmaditas en la mano ligeramente. "Está bien, me voy a ir ahora". Comprendía que necesitaba darle algo de espacio para calmarse.
Sharon todavía no se movía ni dijo nada en respuesta.
Eugene suspiró levemente y se volteó para irse. Cuando llegó a la puerta, se detuvo y se volteó para mirarla antes de decirle en un tono alegre: "Te ves hermosa hoy, eres la novia más hermosa de la historia. Esperaré tu boda afuera".
Cuando Eugene no escuchó la respuesta de ella, su mirada se ensombreció y abrió la puerta para irse.
Le dolía el pecho y se sentía frustrado. La expresión aturdida de su hermana permaneció impresa en su mente durante mucho tiempo.
Riley había estado afuera todo este tiempo. Cuando vio que Eugene finalmente se había ido, corrió de inmediato hacia adentro.
“Shar, ¿estás bien? No te hizo nada horrible, ¿verdad?”. Riley tomó la mano de Sharon y comenzó a examinarla.
El maquillaje de Sharon estaba bien y todavía llevaba su vestido de novia, por lo que Riley pensó que todo estaba bien.
"Oh, ¿qué estás sosteniendo?". Riley abrió la mano de Sharon y vio un gigantesco diamante rosa brillante.
"¡Wao! ¡Qué gran diamante! ¿Eugene te dio esto? ¡No esperaba que estuviera dispuesto a gastar tanto dinero!".
Riley no pudo evitar exclamar esto. Sin embargo, cuando Sharon no reaccionó en absoluto, Riley finalmente notó que algo andaba mal.
Desde lejos, Sharon lo vio. Este momento supuestamente feliz estaba siendo envuelto por una capa de oscuridad en su corazón. De repente, ella sintió ganas de detener la boda.
“Shar, acércate a él”.
Sharon permaneció inmóvil durante mucho tiempo, lo que provocó que los invitados se sintieran confundidos. Por lo tanto, Riley no pudo evitar recordarle desde un lado.
Sharon apretó con fuerza el ramo en sus manos y miró al hombre que la esperaba al final del pasillo sin pestañear. En ese momento, había estallado una guerra en su mente.
Si ella lo amaba, no debería traerle problemas. ¡Tenía que detener esta boda de inmediato!
Sin embargo, otra voz le decía que estaba bien. Debería casarse con él porque ya tenían un hijo. Estaría bien si nunca tuvieran más hijos.
Sin embargo, ella estaba aterrorizada. Tenía miedo de volverse loca en cualquier momento...
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